Si aún no lo han hecho, les recomiendo leer el artículo que explica cómo se puede ver el zodíaco como una colección de doce tipos psicológicos y así adquirir contexto.

Primer Modo: Cardinal
Fuerzas: 3↓ Día y 4↑ Noche
Los equinoccios marcan puntos de transición importantes en la combinación de las fuerzas del Día y la Noche, cuando su predominio cambia. El equinoccio de primavera vio a la Fuerza del Día convertirse en la predominante en Aries y se mantuvo así durante los siguientes seis meses, alcanzando su máximo en el solsticio de verano, al inicio de Cáncer. Por el contrario, el equinoccio de otoño es el momento en que la Fuerza de la Noche adquiere predominio en Libra y alcanzará su máximo en el solsticio de invierno, al inicio de Capricornio.
La Fuerza del Día, que impulsa el proceso de integración de nuestra individualidad, comenzó a disminuir en potencia justo después del solsticio de verano. En Libra, la autoafirmación de Leo y la autocrítica de Virgo se reconcilian y están dominadas por una autoconsagración a la humanidad. Por supuesto, en esta consagración, el ego sigue presente, pero no como amo, ni como crítico o sirviente. Su individualidad es una lente enfocada en la integración del Todo mayor, la humanidad, de la que se convertirá en partícipe. Libra ve el nacimiento de una entidad individual dentro de la humanidad que funcionará como una célula desde ahora hasta el final del zodíaco.
El equinoccio de otoño marca el momento en que la cooperación social triunfa decisivamente sobre la autoexpresión individualista y el egocentrismo emocional. No representa la victoria definitiva, al igual que Aries no implicó la tarea de desarrollar una individualidad. Sin embargo, después de Libra, cómo alcanzar el objetivo se aclarará, y los verdaderos buscadores tendrán la visión y la comprensión necesarias para encontrar y seguir el camino. Nuevas energías surgen de la cooperación grupal y el intercambio social, brindando nuevas perspectivas y nuevos objetivos de una manera más clara. Los muros que rodeaban al ‘yo’ se han derrumbado, al menos teóricamente, permitiendo que la colaboración con otros forme organismos sociales.
Desarrollando el Estado
Las tres fases posteriores a Libra se asemejan en cierta medida a las de Aries, Tauro y Géminis, pero en lugar de desarrollar una personalidad, en el sentido junguiano, el proceso integra una sociedad. Surge una gran capacidad de adaptación al entorno social. El propósito es crear y validar la realidad del intercambio humano, de la comunidad, de la convivencia dentro de una estructura orgánica, estable y permanente de conducta y comunidad (Libra). Lenta pero seguramente, las energías de esta vida en comunidad, las realizaciones que propiciará (Escorpio) y las visiones surgidas del pensamiento colectivo (Sagitario), darán lugar al organismo social perfecto en Capricornio: el Estado.
Libra es un signo cardinal que acentúa los valores de la actividad y el comportamiento. Existe un afán social, una vital dependencia de los valores sociales. A diferencia del deseo de fama o aprobación social de Leo, debido a inseguridades sociales no reconocidas que dan lugar a la bravuconería, el tipo Libra ha desarrollado, por primera vez en la secuencia zodiacal, un sentido real y auténtico de los valores sociales. Pero, siendo esos los valores importantes ahora, y con sentimientos y emociones fuertemente condicionados por el individualismo de la Fuerza del Día, el tipo Libra tiende a exagerar la importancia de los factores sociales.
El Impulso Social
Así como Aries es agresivo e incluso arrogante en su impaciencia por afirmarse como una personalidad integrada, Libra hará más de lo necesario para demostrar su sentido social. Se sacrificará, o al menos lo aparentará, antes de mostrarse indiferente ante las obligaciones sociales o grupales. Está tan obsesionado con el impulso social como Aries con la afirmación de su personalidad, y sin embargo, no se siente seguro en las actividades sociales. Siente que podría volver atrás y ser individualista, pero debe disimular esa posibilidad, inventando historias para convencer a sus compañeros, y a sí mismo, de que pertenece al grupo y que el grupo actúa a través de él.
Lado Oscuro
Se dice que los Libra son oportunistas, escurridizos, inestables y notoriamente poco fiables; pero estas son características superficiales. El verdadero motivo psicológico es que Libra hará lo que sea necesario para ajustar su comportamiento a lo que el grupo o la colectividad esperan de él, o a lo que él cree que esperan de él. Así, ante decisiones superficiales, parece cambiar de opinión y ser inestable, comportándose a veces como un camaleón que no solo “cambia de color” según la situación, sino que se deja absorber por ella. De hecho, esta absorción es la verdadera esencia del comportamiento de Libra. Sin embargo, debajo de todo esto, hay un gran orgullo y susceptibilidad, y a menudo una sensación atormentadora de incapacidad para realizar las tareas que se impone, tanto en su vida familiar como social.
Tanto Aries como Libra son signos de equilibrio inestable. Ambas fuerzas solo se igualan por un instante, pero se mantienen casi iguales en los signos, por lo que existe una tendencia a la actividad, el nerviosismo y, a menudo, el comportamiento neurótico. Libra desea conscientemente ser sociable, impersonal, espiritual, capaz de tratar a sus asociados con clase; sin embargo, subconscientemente le parece que no puede alcanzar la meta que se ha fijado como un objetivo siempre evasivo. Como se pueden imaginar, este tipo de personalidad a veces se sentirá desanimado, pero en otras ocasiones, entusiasmado con el trabajo social y la participación en grupo. Siempre estará en búsqueda del grupo perfecto y la forma ideal de cooperación. Toda relación humana es solemne y seria para él. Sin embargo, puede entregar tanto de sí mismo a los demás que podría perder la noción de la realidad en busca del ideal. Es muy posible que tale árboles en su afán por lograr un bosque integrado.
Idealismo o Realismo Venusinos
Por otro lado, en su faceta positiva, Libra es un excelente director de actividades para cualquier grupo, un armonizador natural y un magnífico integrador, ya que se siente inseguro de su propia integración. La armonía en el grupo y en las relaciones humanas son cuestiones de vida o muerte para Libra. Las controversias y los conflictos desestabilizan su sistema nervioso y le producen agotamiento psíquico. Aún no ha aprendido a desenvolverse en el terreno diplomático como Capricornio. En Capricornio, el sentido social está tan establecido y firme como el individual en Cáncer. Pero en Aries y Libra nada está aún establecido; la personalidad y la sociedad apenas se están formando. Las cosas empiezan a tomar forma; no puede haber calma para Libra cuando la falta de adaptación social o el retorno a la individualidad pura se perciben como tragedias horribles.
De ahí la poderosa necesidad de idealismo que siente Libra cuando ha evolucionado lo suficiente como para ser consciente del proceso social. La carga de una personalidad inestable hace que Libra anhele un grupo ideal o un modelo de sociedad que proteja sus esfuerzos. Para muchos, el ideal teosófico de la Hermandad de la Logia Blanca, el grupo perfecto, representa la respuesta a tal anhelo. Este idealismo se ejemplifica mejor en Gandhi, quien tenía a Sol en Libra.
Sobre Forma
Sin embargo, en las personas menos evolucionadas de Libra, el complejo proceso social permanece en el subconsciente y funcionan en el nivel más sencillo de las relaciones humanas, el de la atracción física. Otros encuentran consuelo en las artes. Libra está regido por Venus, lo que les otorga hermosos rasgos y un gran encanto. Es el símbolo de la cultura y el gusto estético, siempre teniendo en cuenta el concepto de la forma, utilizado para construir modelos coherentes de orden y belleza a partir de elementos diferentes y dispersos.
A menudo, el sentido de “forma” se malinterpreta. Todo tipo de agrupación social se basa en el principio de la forma, incluso la gestión empresarial. De hecho, toda relación relativamente permanente entre dos o más entidades implica la encarnación de una forma o modelo. A lo largo del zodíaco, la Fuerza de la Noche siempre depende de la forma. Toda obra de arte es la reunión y organización de diferentes entidades, ya sean pigmentos, líneas, tonalidades o materiales físicos, y lo mismo ocurre cuando se habla de un grupo social. Libra es el artista que sueña con formas ideales; Capricornio las convertirá en algo concreto. A menudo, se considera que los sueños de un artista inspiran a políticos hábiles. La influencia de Wagner en Hitler, cuyo Ascendente estaba en Libra, es un buen ejemplo.
El Símbolo de la Balanza
Además de la forma, existe un factor más predominante en la persona Libra: la evaluación. Esto nos lleva a considerar la balanza como un símbolo a menudo asociado con Libra. Este símbolo es interpretado literalmente por muchos astrólogos que piensan que las personas Libra son “equilibradas”. Puede que lo sean, pero en la mayoría de los casos, una persona Libra es extremista en temas sociales de importancia, aunque parezca lo opuesto para beneficiar la armonía del grupo. El símbolo de la balanza tiene otro significado. Las balanzas se utilizan para pesar algo comparándolo con un estándar socialmente aceptado. Por lo tanto, el símbolo se refiere a la evaluación y medición de algo fundamental en términos de valor social. Durante siglos, el valor de algo se ha relacionado con su peso en oro. La balanza, por lo tanto, simboliza la extracción de lo valioso de un objeto.
Lo importante no es el equilibrio que se observa en una balanza estática, sino la evaluación y medición requeridos para sustentar un juicio. La persona Libra es esencialmente un individuo que evalúa cosas, personas o eventos en función de ciertos modelos sociales, ya sean tradicionales o ideales. Evaluará constantemente, pero, al mismo tiempo, puede sentirse inseguro respecto al modelo social para emitir juicios “en nombre de la sociedad”, como haría Sagitario. Sin embargo, habrá superado la prueba y todo estará en su lugar, pues depende de la utilidad social y la capacidad de actuar armoniosamente en grupo como parámetros de evaluación. El individuo Libra se encuentra a menudo en el mundo artístico porque es más fácil organizar las luces y sombras de una pintura que obligar a las personalidades humanas a convertirse en modelos de una organización social estable.
Semilla de la Civilización
Una vez más, Libra no domina el proceso social; la Fuerza de la Noche es predominante, pero débil. Proviene de la etapa de Virgo, caracterizada por la crítica, la autoevaluación y la autodisciplina. Puede tener la visión de lo que los ocultistas llaman la “Nueva Jerusalén”, la ciudad perfecta con una “Sociedad Ideal”, pero requerirá otras etapas evolutivas, con una Fuerza de la Noche creciente, para desarrollar el poder necesario que pueda formar el Estado con hombres y mujeres. Por lo tanto, Libra sueña, evalúa, irradia y busca el amor que formará un nuevo grupo, una nueva sociedad. Pero, a pesar de ser un excelente ejecutivo, todo esto lo hace más como artista que como político. Es más un vidente y armonizador que un constructor.
En otro sentido importante, Libra simboliza la semilla, lo cual no debería sorprender, ya que el equinoccio de otoño marca el momento en que las hojas comienzan a caer de los árboles (en el hemisferio norte) para formar el mantillo que protegerá las semillas durante el invierno. Es importante destacar que en la semilla se encuentran todas las energías vitales de la planta muerta, organizadas de forma rígida. Rudhyar nos dice que la semilla simboliza la hermandad mística, pero también el autosacrificio. Así, tenemos el símbolo sabiano para Libra 1: “Una mariposa perfeccionada por un dardo que la atraviesa”. El dardo se refiere a la sabiduría de comprender el proceso social, como se mencionó anteriormente. La etapa de crisálida era Virgo, donde la Esfinge mira hacia adelante, hacia el equinoccio y Libra; hacia el encuentro con el otro, el Amado. De hecho, Virgo es una verdadera preparación para Libra.
Viviendo Con Otros
Una “nueva vida” comienza en Libra; la vida como participante en un grupo, en la sociedad, en algún Todo importante, quizás la Iglesia, y en la Humanidad. La Esfinge dio paso a la Gran Pirámide y Libra es el Iniciado que emerge del sarcófago en la Cámara del Rey. Ha recibido la visión y ha encontrado su función y su lugar dentro del grupo más cercano o en el Universo entero. Ahora avanza en el camino del servicio al grupo, pero dicho servicio carecerá de valor a menos que experimente la realidad del Todo mayor en su ser. En Escorpio, esta realidad debe impregnar y revitalizar los sentimientos y emociones, la esencia más profunda de la personalidad, y en Sagitario, debe transfigurar la mente. La visión de Libra se establece en Escorpio y nace a nivel mental en Sagitario. Finalmente, en el solsticio de invierno, el Estado se hace realidad, mientras que el Niño Cristo nace.
Don: Facilidad
Todo el zodíaco se balancea alrededor del eje equinoccial que une a Aries y Libra. De igual manera, todos los dones que el Espíritu ofrece a quien participa en el vasto ritual de la actividad cósmica, giran en torno a dos virtudes: adaptabilidad y facilidad. Lo que la “adaptabilidad” es para el novato en la vida espiritual, la “facilidad” lo es para el hombre más maduro, listo para establecerse y consolidar su trabajo entre sus iguales. Al comienzo del camino, el individuo enfrenta desafíos para emerger del colectivo y actuar como su propio centro. Ante todo, debe sobrevivir y, para ello, debe adaptarse. Los poderes colectivos de la humanidad querrán reducirlo a él, y a todos los demás, al promedio. No debe embestir con impaciencia y egocentrismo adolescente las defensas de la sociedad.
Media jornada después, ha aprendido muchas lecciones. Ahora se siente bastante seguro de sí mismo. Pero ¿qué hay de los demás? Hasta entonces, los había visto quizás como peligros en el camino o como material para la conquista y la superación. Al encontrarlos, sentía que se encontraba con su propia naturaleza objetiva; la naturaleza humana. La última lección aprendida fue la tolerancia: comprender que necesitaba renunciar a las limitaciones y la rigidez de los juicios egocéntricos para desarrollar su individualidad, aceptando todo lo diferente pero asimilable. Sin embargo, la inclusión es una carga para la mente y los sentimientos. Conocer a seres humanos que también afirman haber surgido como individuos, como nosotros, como iguales, presenta serias dificultades. Si bien la inclusión de puntos de vista desconocidos puede ser difícil, el relacionamiento pleno con personas desconocidas parece mucho peor, como atestiguan muchos recién casados. ¿Qué mejor regalo puede dar el Espíritu que la “facilidad” para posibilitar relaciones significativas?
Sobre la Facilidad
Al igual que con la tolerancia, esta palabra, facilidad, es rica en significados profundos, pero la mayoría de las definiciones solo enfatizan uno negativo. La facilidad no es solo la liberación de la agitación, la restricción, la aflicción, la tensión o el miedo. Ni siquiera es simplemente una forma de tranquilidad o comodidad, o aptitud para realizar acciones. Por supuesto, es todo esto, pero, aún más importante, es la comprensión de que la “co-operación” es más que la “operación” y que el todo es más que las partes e incluso más que la suma total de las partes. En muchos sentidos, la facilidad es la sensación de ser vivido por una vida más plena, con todos los componentes de una situación o, fundamentalmente, de una relación de la que uno forma parte. Si cada uno de nosotros comprende vitalmente, y no solo concibe intelectualmente, que somos partes funcionales de un todo, y uno con su totalidad, ¿cómo no habría facilidad entre nosotros?
La facilidad es una expresión de un relacionamiento totalmente aceptado con un objeto, una situación o una persona. Es la falta de reserva mental al abordar una relación y los actos que ésta exige. Así, el bailarín se relaciona con la pista, el orador con su público y el amante con su ansiosa pareja. Si alguno de ellos alberga un pensamiento o sentimiento contrario a su relacionamiento con lo que sea que enfrente, la facilidad simplemente se desvanece. Detrás de toda resistencia hay algún tipo de miedo. El egoísmo es una forma de miedo, al igual que la mayoría de las enfermedades.
El Miedo de Libra
Como se mencionó anteriormente, muchas personas (y astrólogos) hablan de las excelentes aptitudes sociales de las personas de tipo Libra. Sin embargo, debemos comprender que estos sentimientos son intentos de ocultar el miedo. En el fondo, la persona Libra podría encontrar en sí misma (si tan solo se atreviera a investigar) una resistencia inconsciente, sutil pero poderosa, al relacionamiento total. Sabe que es el siguiente paso que deberá dar y, por lo tanto, se resiste. Rudhyar advierte: “Si logra la facilidad social, es esencialmente superando esta resistencia y un sentimiento de inferioridad social, al igual que la bravuconería impulsiva de Aries suele ser una sobrecompensación por una persistente sensación de inseguridad personal” (énfasis suyo).
El Lado Más Oscuro
Si el carácter negativo se ha apoderado de la persona Libra, la sensación de relacionamiento adquiere formas exclusivistas y destructivas. Las relaciones siguen siendo glorificadas, pero es el tipo de relación que constituye una esclavitud espiritual y busca subconscientemente atar y absorber. Esta situación ocurre en relativamente pocos casos, pero vale la pena mencionarla porque la verdadera facilidad no debe darse por sentada en una persona Libra. Cuando realmente se manifiesta, es un don del Espíritu y, como tal, satisface una necesidad vital y supera un miedo subconsciente. Los resultados de tal superación producen un resplandor que no se ve en otras personas, pues lo que se presenta como victoria espiritual siempre tiene una cualidad creativa y contagiosa que no se encuentra de otra manera. La transformación de las individualidades depende de tales victorias, que nunca se logran sin lucha y fe en la superación final.
Lucha y Moralidad
El factor de la “lucha” y la fe en la victoria final han sido enfatizados por la humanidad durante siglos, y se simbolizan con la mandíbula apretada y la voluntad tensa. Al menos en Occidente, esta actuación se entiende como “moralidad”. Sin embargo, la moralidad, como la glorificación de una voluntad combativa por el bien, debería desvanecerse ante el amanecer de una era de abundancia y plenitud de vida. La moralidad, como expresión de tensión mental y emocional, conduce a enfermedades causadas por una voluntad constreñida, así como las enfermedades corporales inevitablemente surgen de la tensión física y las posturas rígidas prolongadas.
La lucha puede ser necesaria, y ninguna es más importante que el esfuerzo por superar la inercia, la indiferencia espiritual y la duda de la victoria. No es una lucha contra una entidad, a la que se enfrenta con músculos contraídos, corazón acelerado y voluntad tensa; sino una lucha por la comprensión, la inclusión, la amplitud de miras y una mayor luz. Es un esfuerzo sin ser un conflicto. Es un afán cada vez más profundo por identificar el ego con el Ser superior. El ego es lo que es: el centro de la mente consciente, y sólo eso. El Ser es el poder de la personalidad integrada. El ego es exclusivo; el Ser no es consciencia, sino totalidad enfocada en una individualidad que sólo puede crecer mediante la inclusión. Dicho esto, el grado de inclusión debe coincidir con la capacidad de asimilar lo que se incluye y absorbe.
La Nueva Moralidad
“De hecho, la fuente de la facilidad se encuentra en cada parte del alma del cuerpo”, escribe Rudhyar. La facilidad, por lo tanto, se extiende desde nuestro centro, donde reside la cosecha de nuestra propia naturaleza. La supresión, la represión, la sensación de incompetencia o culpa, el miedo y el orgullo nacido del miedo: todos estos productos de una civilización que teóricamente enfatiza la moralidad a toda costa, y de una voluntad agobiada por la creencia en el pecado, son testigos de una incapacidad fundamental para confiar en la promesa de una vida abundante. Son producto de la escasez. De hecho, la moralidad, tal como la conocemos tradicionalmente, es escasez espiritual.
Gradualmente, una moralidad de abundancia tomará forma en la humanidad, una moralidad que sea plenitud operando a través de cada parte del organismo social; una moralidad que se niega a ser atormentada por los pecados fantasmales de los individuos y que responsabiliza a cada persona del fracaso de los demás; una moralidad que le da prioridad a la espiritualidad del todo sobre la de las partes. La joya de la corona de dicha moralidad será la facilidad de vivir y la facilidad de ser.
Últimas Palabras
Rudhyar escribe: “La facilidad es la fragancia de un amor tan armonioso que los participantes se comparten plenamente, en sentimientos y acciones. La facilidad es la fragancia de la felicidad. Es la simplicidad convertida en paz; la paz que canta para sí misma en el silencio de la vida plena”. Los hombres y mujeres del mañana conocerán la maravilla de la facilidad, pues sus almas se liberarán de la escasez de amor y la pobreza de espíritu, sus cuerpos gozarán bajo el sol, y sus mentes recogerán ideas de los jardines donde las abejas extraerán el néctar de las flores.
Siempre Amor. 🌹🙏💖
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