Undécimo: Acuario

Si aún no lo han hecho, les recomiendo leer el artículo que explica cómo se puede ver el zodíaco como una colección de doce tipos psicológicos y así adquirir contexto.

Con Acuario llegamos al último signo fijo del zodíaco, signos de concentración y liberación de poder. Tal poder fue generado por el signo cardinal anterior, en este caso Capricornio, el cual se presenta en dos sabores: equinoccial y solsticial, como veremos a continuación.

Como pueden ver en el símbolo, Acuario tiene el quinto nivel de Fuerza de la Noche en su mezcla Espiritual, el segundo más alto, pero sólo el segundo nivel de Fuerza del Día. Estos son los mismos niveles de Escorpio, sin embargo, esta vez la alta Fuerza de la Noche está disminuyendo mientras que la Fuerza del Día es demasiado baja para compensar efectivamente. Acuario reconoce esto de manera intuitiva, pues Acuario está regido por Urano, el planeta de la intuición, y muchas de sus características surgen de las reacciones posibles a ese desequilibrio de las fuerzas Espirituales.

Dos Tipos de Poder

La física nos dice que el poder es energía utilizada para realizar un trabajo en un período de tiempo, y que existen dos tipos de energía: la dinámica “en uso”, llamada cinética, y la estática “almacenada” y lista para ser usada, llamada potencial. En Astrología, estas corresponden a las energías generadas en los equinoccios y solsticios, respectivamente. Por tanto, podemos hablar de dos tipos diferentes de poder: equinoccial (Tauro y Escorpio) y solsticial (Leo y Acuario).

El primero es generado por el afán y la ingenuidad de los signos que, ambos, sienten la emoción de que finalmente prevalezca una de las fuerzas Espirituales pero con sólo una idea vaga e idealista del objetivo de tal fuerza, el cual es o una individualidad o una colectividad. Los equinoccios son instantes de equilibrio entre las fuerzas del Día y de la Noche, pero es un equilibrio precario y muy dinámico. Aries y Libra son ambos símbolos raíz de su respectivo acoplamiento operativo, con Tauro y Escorpio actuando como sus símbolos de confirmación. Tauro pondrá las energías impetuosas y universalizadoras de Aries al servicio de fuerzas orgánicas para un uso concreto, mientras Escorpio transforma el afán social de Libra, a veces difuso, en un firme estado de identificación con un propósito o una persona.

El poder solsticial, sin embargo, se genera a partir de la máxima intensidad de una de las fuerzas y debe liberarse, a veces de forma explosiva. La energía contenida en la individualidad integrada (Cáncer) puede producir en Leo un poder que la expresará y expandirá, o la destruirá por completo. Así, en Leo podemos tener uno de dos extremos: o el individuo que procrea y cumple la promesa del hogar, o el que se emprende en interminables aventuras amorosas, juegos de azar o conductas violentas, sólo para arruinar su integridad personal. En Acuario, es la colectividad quien se expresa a través del individuo, convirtiéndolo en el signo de grupos, comunidades y culturas ancestrales o societarias. Por un lado puede expandir la colectividad a través de invenciones o reformas sociales, pero también puede dar lugar a rebeliones, revoluciones y la destrucción completa del Estado o de la civilización a través del poder de un nuevo tipo de hombre, con nuevos ideales que el Estado simplemente no puede asimilar y por tanto intenta destruir.

El Individuo Acuariano I

En términos generales, el individuo con un fuerte tipo psicológico de Capricornio puede ser un político, un autómata social o un ermitaño que trabaja en un nuevo orden. Cuando el énfasis está en Acuario, el individuo puede ser un rebelde o un verdadero reformador, un excéntrico que intenta vender a la sociedad sus costumbres únicas o un devoto religioso cuya fe puede renovar a las masas sociales. Puede inclinarse hacia el ascetismo social de la misma manera que una persona Leo puede mostrar un orgullo violento por sus creaciones o apego a sus emociones teatrales.

Paradójicamente es la persona social que va en contra de la sociedad, pues desprecia ser creación del Estado y sin embargo tiene una gran cantidad de Fuerza de la Noche que lo lleva a respetar la tradición y así unirse a otro grupo, esta vez para reformar o superar al Estado. En cualquier caso, no tiende a volar solo, sino que será un hombre dedicado a su partido que realmente brilla cuando el partido es perseguido por el Estado, o un fanático cuyo fanatismo carece de timón individual. Pero puede ser un Edison que responde a las necesidades reales de la sociedad con nuevos inventos, o el luchador por la libertad que libera a una nación de la esclavitud. ¡Es capaz de renovar una civilización entera sin derribar sus estructuras! Rudhyar lo expresa elocuentemente: “Puede servir vino joven en odres viejos o romper los odres y verterlo en el suelo por falta de recipientes adecuados”.

La Era de Acuario por Sagitario

Está de moda cantar alabanzas a Acuario, lo cual es comprensible ya que vemos que las estructuras tradicionales que nacieron esencialmente en la Europa feudal se están desintegrando. La gente siente la necesidad de un cambio a pesar de la resistencia desesperada que interpone su mente racional. Capricornio y su conservadurismo están condenados y todo el mundo lo sabe, pero las élites y guardianes de las tradiciones religiosas no pueden ceder a los cambios necesarios por miedo. Mientras que en Europa la Segunda Guerra Mundial proporcionó la reforma necesaria después de la revolución inicial, dicha reforma aún no se ha producido en los Estados Unidos, cuyo Estado actual está demasiado alejado de su visión sagitariana de rectitud moral, deseo saludable de aventuras y sueños religiosos. Estos valores sagitarianos se han cristalizado tanto en estructuras negativas capricornianas que ahora se están destruyendo varias capas para redescubrir los ideales democráticos. Cabe señalar que la carta erigida para la Declaración de Independencia de los Estados Unidos tiene su Ascendente en Sagitario.1

Las flechas de Sagitario, el centauro arquero, deben apuntar a caer en la urna de Acuario, el aguador, teniendo en sus puntas una sustancia alquímica, ambrosía o veneno, que transforma ideales en colectividades que los viven. En Sagitario, los principios universales y los ideales sociales y religiosos son capturados por una mente que se eleva por encima de los niveles personales, raciales o geográficos para operar en el nivel más alto de generalizaciones y conexiones. Sagitario da forma pero Capricornio da estructura cristalizando la forma y, con el tiempo, la estructura ya no refleja la forma deseada. La estructura debe ser modificada (re-formada) desde adentro y de acuerdo con la nueva forma, la cual es tarea de Acuario.

Sobre la Democracia

La democracia, un concepto prototípico acuariano, no es más que la generalización más extrema que el hombre puede hacer sobre las relaciones humanas, resultado de un proceso sagitariano. El derecho tribal, incluyendo a todo pensamiento fascista, se basa en conexiones inmediatas; sin embargo, a la ley democrática no le importan en lo más mínimo nuestros instintos arcaicos cuyos orígenes son la exclusividad del linaje sanguíneo (genético) o la herencia religiosa, o simplemente el orgullo cultural. Con la democracia, utilizando el término lo más ampliamente posible con respecto a las interacciones humanas y no al sistema parlamentario, la mente de Sagitario se expande al nivel más alto de una civilización universal. El cristianismo se basa en la creencia de que todos somos “Hijos de Dios” y, por tanto, pertenecemos a una comunidad católica; la palabra católico proviene del griego katholikos: universal. Sin embargo, la Iglesia Católica primitiva estableció límites a la salvación espiritual e introdujo los fuegos del infierno a los no creyentes. Estos límites capricorianos se mantuvieron en el papado y la iglesia medieval hasta que atrajeron a los necesarios reformadores acuarianos.

La democracia, en su sentido más general, es aún más amplia, porque va más allá de la religión o la ética. Polariza todos los sistemas de valores de modo que las diferencias basadas en la sangre (genética) o las emociones humanas, así como toda posesividad basada en tradiciones ancestrales, pierden sus raíces. Dicho esto, la democracia es un ideal que debe concretarse como un sistema de organización a nivel sociopolítico. Al hacerlo, las técnicas de Capricornio subyugan o incluso reemplazan los valores de Sagitario, por lo que la democracia ideal se convierte en federalismo aplicado. Estados Unidos, ahora habiendo cumplido un ciclo completo de Plutón, ha estado viviendo un sistema democrático inestable, confiando obstinadamente en los mecanismos a menudo retorcidos del federalismo, y que actualmente se está resquebrajando en su núcleo.

Hemos equiparado la democracia con su sistema parlamentario de igualdad en la votación y gobierno de la mayoría, un punto de vista muy ingenuo cuando nos damos cuenta de que quizás sea más importante cómo funciona el proceso electivo. Lo que tenemos es el éxito de Capricornio y su maquinaria política para el triunfo personal y dictatorial de quien mejor pueda manipular la opinión pública. La individualidad, impulsada por la Fuerza del Día en su punto más bajo, se convierte simplemente en un voto que puede ser comprado o engatusado, dependiendo de lo que necesiten las masas.

El Lado Oscuro

Mientras que, por un lado, Acuario reaccionará mostrando lo mejor, y lo peor, de la vida comunitaria, por el otro buscará el regreso de los ideales de Sagitario. Así, tenemos una vida urbana con su comodidad material y tecnología junto con confusión mental y degradación moral, pero también a ciudadanos que intentan restablecer sus valores propios a través de rebeliones personales, excentricidades, fanatismo emocional o lealtad a grupos o cultos particulares. Acuario busca revivir la visión de Sagitario, traicionada por las metrópolis capricornianas y las élites del poder, regresando a algún estado original: tal vez relacionándose mejor con la Naturaleza (vegetarianismo), alcanzando una “democracia personal” (ideas anarquistas de algún tipo), o perteneciendo a una “hermandad universal” (grupos espirituales o esotéricos). De ahí que venga el deseo de Acuario por todo lo extraño (no familiar), ajeno, novedoso y, especialmente, por los movimientos destinados a restaurar la libertad humana y la verdadera democracia.

Pero, como vimos antes, la mezcla todavía tiene demasiada Fuerza de la Noche y todo se entiende con respecto a actividades sociales y se mide en términos de cuestiones sociales. Por lo tanto, Acuario a menudo depende de las mismas fuerzas sociales que critica con tanta vehemencia. La Fuerza del Día es tan débil que la individualidad es incapaz de funcionar fuera de un marco social, porque él no es el visionario sino quien implementa la visión. Sagitario forma, Acuario re-forma. Acuario es capaz de “ver” la forma de Sagitario dentro de la estructura capricorniana existente, es el escultor capaz de percibir la nueva civilización dentro del “mármol” parcialmente terminado de la actual. El reformador cincelará y terminará la escultura, el rebelde la hará explotar por los aires para comenzar de nuevo con otro mármol, siendo cualquiera de las dos una solución adecuada para Acuario.

El Individuo Acuariano II

A diferencia de Capricornio, donde podría ser silenciada, la Fuerza del Día en Acuario hace que la individualidad esté presente a veces, casi caprichosamente, a menudo simplemente reaccionando ante otros individuos que participan en una situación social determinada. No es lo suficientemente fuerte como para apoderarse de la personalidad, eso no sucederá hasta Aries, pero a veces se manifiesta en grandes gestos personales, así como Leo a veces muestra grandes gestos sociales para ocultar un profundo sentimiento de inseguridad social o “complejo de inferioridad”. En Acuario, la inseguridad es personal, aunque muy probablemente subconsciente, combinada con el miedo a enfrentarse a personalidades más fuertes. Ese temor puede, en las condiciones más favorables, convertirse en devoción; sin rencor por ser un devoto en las sombras ni con deseo de sentirse igual o superior al objeto de devoción.

Un individuo con un Acuario fuerte no puede negar su dependencia de sus fundamentos sociales y ancestrales, aunque puede fingir con amigos para aumentar su estatus social. La verdad es que depender de la propia individualidad es una idea aterradora dado que significa muy poco en términos de seguridad. Ser una persona segura de sí misma debe implicar al menos cierta consideración intelectual. El individuo de Acuario tiene miedo de ser él mismo, privado de todos los fundamentos sociales y culturales, del mismo modo que el líder Leo teme ser sólo una persona social sin una posición privilegiada entre aquellos con quienes se siente “social”. Mientras que Leo aborrece la idea de ser uno más entre iguales, Acuario es perfectamente feliz allí. Se siente cómodo en la sociedad y es capaz de utilizar cualquier poder social que pueda obtener de las tradiciones ancestrales o del consentimiento social pero, al final, requiere de un estatus social oficial, o al menos oficial para él, que demuestre que la sociedad lo necesita.

Don del Servicio

Al inicio de este artículo, señalamos que Acuario es el signo del poder obtenido a partir del esfuerzo colectivo de la sociedad y sabemos que el poder debe ser utilizado y, quizás lo más importante, gestionado. Es el último signo fijo del zodíaco y por ello recibe el poder de la sociedad construida por Capricornio a partir de los ideales sagitarianos, como acabamos de ver. Ahora que entramos en la Era de Acuario, la civilización occidental por sí sola tiene suficiente poder para destruir muchas veces al planeta. No hace falta decir que tal cantidad de poder conlleva la misma cantidad de responsabilidad. En última instancia, el poder proviene del Espíritu a través de Su Fuerza de la Noche, y hay que recordar que el Espíritu es el integrador Principio de la Totalidad. Todos nosotros, y especialmente los individuos de Acuario, debemos elegir constantemente la manera en que usamos el poder social, tanto de manera individual como colectivamente, y el Espíritu nos ayuda a tomar la decisión con Su Don: el Servicio.

La nueva civilización, en la Era de Acuario, debe estar llena de hombres y mujeres que incorporen en sus vidas y su filosofía el ideal del servicio. Como dice Rudhyar: “… no buscan mayor gloria que ser conocidos como siervos de la humanidad”, el énfasis es mío.

El poder obtenido de un grupo social, independientemente de su tamaño, debe utilizarse al servicio del mismo grupo social. Quien se aferra al poder por el poder mismo, o busca utilizarlo de forma egocéntrica, está en el camino de la destrucción. “El poder puede traer frutos saludables sólo a aquellos que lo resguardan para el Todo y, con él, sirven al Todo”, escribe Rudhyar. Desafortunadamente, la mayoría de los hombres y mujeres aún tienen que aprender esta lección, a pesar de múltiples intentos, y no cambiarán sus costumbres hasta que se vean obligados a hacerlo. El espíritu no obliga, pero los hechos sí, y los hechos que nos rodean se vuelven convincentes rápidamente.

Poder, Propósito, Paz

Así como la mano es la servidora del cerebro, el administrador debe ser servidor del propósito espiritual de la nueva civilización. Olvídense del idealismo o la bondad, la humanidad necesita urgentemente un propósito espiritual. Todos nosotros debemos tomar consciencia del próximo objetivo evolutivo de la humanidad. El poder está ahí, y los hombres y mujeres de la Era de Acuario sabrán gestionarlo pero, ¿con qué fin? La única respuesta posible es: ¡servicio! El ciudadano Acuario de la nueva civilización debe convertirse en “el Siervo”. La humanidad, nos dice Rudhyar, es la Gran Huérfana a la que hay que alimentar con poder, pero al poder se le debe dar un propósito. Y sólo hay un verdadero propósito: la paz.

Nuestra visión de quiénes somos, incluso cuando alabamos nuestra divinidad interior, es tan pequeña, tan insignificante, que cuando entramos en contacto con el poder, nos aferramos a él. Pero no hay que aferrarse ni al poder ni al amor. Como solía señalar Rudhyar, el poder debe usarse. El amor debe usarse. La vida misma debe usarse. Todo lo que tocamos, experimentamos, pensamos, debe ser utilizado. Y gestionado para cumplir un propósito que es verdadero, real y divino. Un propósito evolutivo que “avanza en una actividad creativa mayor, más profunda, más noble e inclusiva” (Rudhyar). Cada individuo o grupo es juzgado siempre por el uso que hace del poder. Nuestro rechazo colectivo a transformar nuestras vidas y nuestra civilización hacia los horizontes abiertos por la nueva consciencia no será juzgado con buenos ojos.

Epílogo

Como he mencionado, los “Dones del Espíritu” para los signos provienen de la sección de ese nombre en el libro de Rudhyar: “Un Tríptico Astrológico”, publicado en 1968 a partir de una serie de doce artículos originales escritos en 1946, cuando el mundo quedó conmocionado por el poder que fue desatado para ponerle fin a la Segunda Guerra Mundial. Así, a más tardar en 1978, cuando se publicó la segunda edición del libro, pero quizás ya en 1946, terminó el capítulo sobre el Servicio con las siguientes palabras que suenan especialmente ciertas hoy en día:

Las puertas de la Nueva Era se han abierto de golpe. Los hombres de poca fe sólo pueden ver a través del enorme espacio el horror de la muerte. Pero a aquellos cuyo corazón y espíritu han asumido la responsabilidad de crear un futuro; para aquellos que han aceptado la alegría y el martirio que vienen con la verdadera estación de servicio mundial, el espacio se curva hacia el cielo hasta convertirse en un umbral. Más allá está Dios hecho Hombre; Hombre, llevando sobre sus hombros la urna del poder infinito, como una vez Jesús llevó su cruz; Hombre derramando –oh, derramando profusamente– sobre todos los que lo necesitan y lo anhelan, la alegría, la riqueza, la plenitud que pueden ser nuestras si tan solo nos atrevemos a aceptar el desafío del poder y la paz, toda nuestra naturaleza cantando al servicio del Todo.

— Dane Rudhyar (traducido del inglés)

Siempre Amor. 🌹🙏💖

  1. 4 de julio de 1776 a las 17:12 horas en Filadelfia, PA. ↩︎

Comentarios

Una respuesta a “Undécimo: Acuario”

  1. Avatar de RXB

    Quiero dar un ejemplo de un “individuo acuariano” que no tiene planetas en Acuario: yo.

    Sin embargo, tengo mi M.C., el centro “nosotros” (carrera), en Acuario 4⁰ y se opone a él su regente, Urano, en Leo 3⁰, lo que significa en conjunción con mi I.C., el centro “yo” (ser).

    Desafortunadamente, con Urano retrógrado, las energías de Acuario pasaron a mi subconsciente hasta que Urano las reactivó en tránsito por mi Ascendente en Tauro hace unos años. Entonces finalmente encontré el propósito del Servicio.

    Siempre Amor. 🌹🙏💖

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