Una Lunación Mágica

Este artículo trata sobre la luna nueva en Cáncer que ocurrirá el 5 de julio a las 15:57 horas en California, 16:57 horas en Ciudad de México, y el 6 de julio a las 00:57 horas en europa central. Esta luna nueva estará “intercalada” entre dos lunas llenas en Capricornio de una manera similar a como el año pasado tuvimos una luna llena en Libra entre dos lunas nuevas en Aries. De hecho, la lunación que comenzará con esta semilla de luna nueva madurará como luna llena el 21 de julio en el grado anarético del eje Cáncer–Capricornio.

La carta, que se muestra a la izquierda, tiene un fuerte énfasis individual, desde el simbolismo de la fase de Cáncer, el signo que pone en primer plano las cuestiones de la individualidad, hasta las posiciones clave de los planetas personales, principalmente Marte y Venus, como veremos dentro de poco. Pero los planetas personales están fuertemente influenciados por energías colectivas. Un vistazo rápido muestra que Saturno y Neptuno forman aspectos importantes con ellos. A grandes rasgos, Neptuno disuelve las estructuras de Saturno para que permitan la entrada de lo mágico y lo místico. Por supuesto, esto es especialmente cierto cuando encontramos a Saturno en Piscis. Dado que Cáncer es el signo de las energías psíquicas, en particular la clarividencia, esta luna nueva insinúa que se habilitarán momentos mágicos durante la lunación.

Conjunción de Sol y Luna

Antes de profundizar en el simbolismo personal y colectivo, recordemos que cada luna nueva nos presenta una semilla de potencialidad para el próximo mes lunar y todo comienza con la conjunción Sol–Luna. En este caso, tenemos a Sol y Luna en Cáncer 14°23′ en una conjunción triple con la estrella Sirio en la constelación de Canis Maioris (Cáncer 14°25′), la estrella más brillante del cielo que se dice confiere crecimiento espiritual, honor, y en algunos casos riqueza. En algunas versiones de la astrología basada en constelaciones, se le ha descrito como nuestro “sol espiritual”.1 En general, la energía de Sirio es a menudo comparada a una combinación de Marte y Júpiter, la cual nos ayudará durante el mes lunar.

La conjunción forma una cuadratura con el eje nodal a 10°47′ de Aries–Libra. A cierto nivel, las experiencias de vida (Nodo Norte) nos llegan con el impulso característico de actuar, al diablo con las consecuencias, de Aries. Esto queda perfectamente ejemplificado por las elecciones repentinamente convocadas para el 4 de julio en el Reino Unido y el 7 de julio en Francia. En la carta del Reino Unido,2 el punto medio de su Medio Cielo (Cáncer 9°13′), que simboliza su parlamento, y Luna (Cáncer 19°26′), que representa a la ciudadanía, está en Cáncer 14°19′, el mismo grado de la luna nueva que ocurrirá el día en que se anunciarán los resultados de las elecciones, por tanto marcando el comienzo de la primera lunación del nuevo gobierno. Y, por supuesto, la luna nueva llega un día después del Día de la Independencia en los EE. UU., cuya carta3 tiene a Sol en Cáncer 13°19′, y pudiera ver el inicio de un nuevo liderazgo en el partido Demócrata.

Para los individuos, sin embargo, las cuestiones de soberanía personal y relaciones valiosas planteadas cuando hablamos de relaciones curativas a finales de abril serán fuertemente reactivadas por la misma cuadratura con el eje Nodal ya que se forma a partir de los signos que manifiestan nuestra individualidad de la forma más impulsiva (Aries) y extrema (Cáncer). Cáncer marca el triunfo de nuestra individualidad y nos recuerda que, sí, nacemos en un hogar pero nacemos solos y también moriremos solos, incapaces de llevarnos nada de lo que hayamos adquirido en nuestra vida. En Cáncer experimentamos una derrota temporal de nuestro relacionamiento más amplio a favor de los confines de un hogar, o tal vez de una “tribu” de individuos con ideas afines. Por lo tanto, Cáncer a veces puede significar intolerancia hacia los puntos de vista de otras personas, derivada del miedo subconsciente hacia el poder del colectivo personificado en el Estado Capricorniano, un miedo resultante de la cantidad mínima de Fuerza de la Noche en la mezcla de Cáncer.

Mitología de Marte y Venus

Siempre que el eje Aries–Libra plantea cuestiones de soberanía personal y relaciones valiosas, debemos referirnos a sus regentes, Marte y Venus, como símbolos del masculino y el femenino sagrados. En mito, Marte es considerado el equivalente romano del dios griego Ares, siendo ambos “dioses de la guerra”. Pero, si bien Ares simbolizaba principalmente el tempestuoso e impredecible espíritu de batalla y no era tan popular ni venerado en el mundo helenístico, la ubicación de Marte en el panteón romano, donde era visto como un protector orgulloso y valiente, ocupaba el segundo lugar después de Júpiter. De manera similar, tanto Afrodita como Venus eran diosas del amor carnal y la belleza, incluyendo a menudo en su reino la prostitución y, en el caso de Venus, la victoria en batalla. Vale la pena mencionar que las ciudades–estado griegas y los principios del Imperio Romano florecieron durante la Era de Aries (alrededor del 2000 a.e.c. al 0 e.c.), cuando la sociedad adquirió un tono decididamente patriarcal. Pero, durante la anterior Era de Tauro (aproximadamente 4000–2000 a.e.c.), cuando la sociedad honraba un aspecto femenino de la naturaleza, encontramos una mitología más compleja para los dos planetas en Sumeria.

En agosto pasado, discutimos el mito de Inanna, la Reina de los Cielos (Venus), de quien se dice que desciende al inframundo durante la conjunción inferior de Sol y Venus, cuando este último pasa de ser la “estrella vespertina” que se ve después del atardecer a la “estrella matutina” que aparece justo antes del amanecer. En la historia, el inframundo está gobernado por su hermana mayor, Ereshkigal, interpretada como el aspecto sombra de Inanna. En resumen, Inanna intenta dialogar con Ereshkigal pero es sentenciada a muerte y su cadáver pasa tres días en el inframundo antes de ser resucitada y poder regresar bajo un acuerdo amistoso con su hermana. El viaje es de autodescubrimiento y transformación (Venus se mueve retrógrado en la conjunción inferior) para “dialogar” y “hacer las paces” con los aspectos de sombra de nuestro femenino sagrado. Por el contrario, la conjunción superior de Sol y Venus, como la que tuvimos el 4 de junio, representa la integración madura de los dos lados de nuestro femenino sagrado mientras, desde nuestra perspectiva, Venus pasa detrás del sol y por tanto conversando con las estrellas quienes la nombran Reina de los Cielos una vez más.

Mientras tanto, el dios sumerio para el planeta Marte era Nergal, dios de la guerra, la muerte inflingida y la enfermedad, más parecido a Ares que a Marte. En el mito, está casado con Ereshkigal y gobierna el inframundo con ella. La pareja no es diferente a la de Ares y Afrodita en la mitología griega, donde son amantes a pesar de que ella está casada con Hefesto, recordando una vez más el “aspecto sombra” de la energía femenina. Por otro lado, Inanna está casada con Dumuzid, el dios de la agricultura y el pastoreo, mientras que su homólogo griego, Adonis, también mantiene una relación amorosa con Afrodita. El punto de la mitología que rodea a Inanna, y hasta cierto punto a Venus o Afrodita, es la complejidad de integrar nuestros aspectos masculino y femenino sagrados dentro de nosotros mismos. Marte no se trata de guerra o de violencia sino de la decidida búsqueda de nuestra soberanía personal en lo que Joseph Campbell llamó la Travesía del Héroe, y Venus no se trata sólo de amor y placer sino del establecimiento de relaciones de calidad de acuerdo con nuestro sistema de valores, las que llamamos relaciones valiosas.

Marte y Venus en la Luna Nueva

Volviendo a la luna nueva, Marte en Tauro 19°31′ forma sextiles con Venus (Cáncer 22°58′) y con la conjunción Sol–Luna; en realidad, forma un sextil casi exacto con su punto medio en Cáncer 18°41′. Una vez más, las cuestiones relacionadas con el respeto de nuestra individualidad y al mismo tiempo el cultivo de relaciones significativas estarán en primer plano durante toda la lunación. Observen también cómo Marte forma un sextil exacto con Saturno en Piscis 19°24′, lo que implica que Saturno también forma un trígono casi exacto con el mismo punto medio de Venus y la conjunción Sol–Luna. El resultado final de estos aspectos es una configuración de Pequeño Gran Trígono con Marte en el asiento del “piloto”, es decir, el planeta con los dos sextiles. El trígono entre Saturno en Piscis y Venus en Cáncer puede funcionar para hacer realidad nuestros sueños en el área general de las relaciones, o proporcionar simplemente un andamiaje alrededor de nuestras ilusiones que pueda o no sostenerse. El movimiento retrógrado nos ofrece la oportunidad de retroceder, por así decirlo, y reconsiderar nuestros planes.

Quizás recuerden los Pequeños Grandes Trígonos como configuraciones que se vuelven altamente productivas cuando su piloto es energizado, por ejemplo cuando una oposición convierte la configuración en un Papalote. Para la luna nueva, la energía proviene de la conjunción aún amplia pero cada vez más estrecha entre Marte y Urano en Tauro 25°56′. Ahora diré algunas palabras sobre esta conjunción clave, pero tengan en cuenta que Urano también forma un sextil con Venus, añadiendo la necesidad de algo nuevo en el sistema de valores que utilizamos para formar o mantener nuestras relaciones. Además, Venus forma una cuadratura estrecha (a sólo 0°23′ de exacta) con Quirón en Aries 23°21′, reiterando la importancia de desarrollar relaciones curativas donde sentimos que pertenecemos, como discutimos el pasado abril. Viendo al futuro, Venus entrará en Leo el 11 de julio, después de formar un trígono con Neptuno ese mismo día y antes de una oposición con Plutón al día siguiente. Venus en Leo busca relaciones de calidad, lo que va bien con el concepto de relaciones valiosas mencionado anteriormente.

Conjunción de Marte y Urano

Cuando hablamos de la primera luna llena en Capricornio, mencionamos que la conjunción Marte–Urano del 15 de julio en Tauro 26°19′ será en realidad una conjunción triple con la estrella fija Algol (Tauro 26°30′), la estrella de la decapitación de jefes de Estado, hoy en sentido figurado. Es difícil sobreestimar la importancia de este tránsito. Como dice José Millán, Marte no es un planeta que hace preguntas, simplemente actúa, lo que significa que canalizará en acción las energías impredecibles de Urano. Y Marte en Tauro es bastante tenaz. Una imagen mental es la de un buey fuerte tirando del arado, removiendo la tierra sin descanso, profunda y concienzudamente, aunque demasiado lentamente para aquellos de nosotros con Marte en signos de fuego o aire. Es probable que tal conjunción traiga consigo una nueva ola de rebeliones violentas y tal vez sintamos una fuerte necesidad de afirmar nuestra individualidad frente a las normas establecidas; recordemos que Urano siempre desafía las estructuras de Saturno. Si hemos trabajado para integrar nuestra personalidad, el tránsito puede llevarnos a “decapitar” cualquier estructura cristalizada restante que se haya fundado en paradigmas del viejo mundo y nos inste a actuar según nuevas intuiciones.

Previo a esa fecha, el 9 de julio, Marte transitará por Tauro 21°50′, donde ocurrió la conjunción Júpiter–Urano el 20 de abril, llamándonos a saltar figurativamente al abismo teniendo fe en un resultado positivo. El símbolo Sabiano para Tauro 22°, como recordarán, es una paloma blanca volando sobre aguas turbulentas que simboliza la inspiración espiritual que recibe un individuo cuando supera una crisis, símbolo que sigue siendo relevante para la humanidad y, por lo tanto, sigue siendo sensible a las influencias planetarias, especialmente de Marte. En general, este mes se trata de la Travesía del Héroe que nunca está completa hasta que regresamos con la sabiduría adquirida mientras nos dirigimos “al norte” en busca de nuestra soberanía personal.

Júpiter y Mercurio

Hablando de Júpiter y de los Pequeños Grandes Trígonos, habrá otra de esas configuraciones en la luna nueva. Viendo la carta, el Nodo Norte (Aries 10°47′) y Mercurio (Leo 5°43′) forman un trígono y ambos forman sextiles con Júpiter (Géminis 9°17′), el cual se convierte así en el planeta piloto. Como proceso de expansión, Júpiter en la fase de Géminis intenta construir conexiones de nivel superior y extraer sabiduría de la información que a menudo proporciona Mercurio, regente de Géminis. El sextil con el Nodo Norte puede exagerar el carácter impetuoso del Nodo Norte en Aries dado que Júpiter muchas veces lo expande todo, o nos permitirá considerar racionalmente lo que nos depara la vida, debido al trígono con Mercurio.

Mercurio ha tenido una semana ocupada codeándose con los planetas exteriores. Primero, el 29 o 30 de junio, según su ubicación, formó un sextil con Urano, su octava superior, aspecto que pudo haber resultado en ataques de intuición. Unos días después, el 2 de julio, formó un trígono con Neptuno una hora antes de entrar en Leo, y a esto le siguió una oposición con Plutón el 3 de julio. Recordemos que Mercurio representa el proceso por el cual interactuamos con el medio ambiente a través de nuestros sentidos y pensamientos y, por tanto, muchos de sus tránsitos son indistinguibles del azar de la vida.

Si el sextil con Urano estimulará nuestra intuición, el trígono con Neptuno puede permitirnos describir lo indescriptible, pudiendo la mente comprender lo que está fundamentalmente desestructurado o confundiéndose por mucha información errónea recibida. Al entrar en Leo y oponerse a Plutón, las comunicaciones probablemente se hayan vuelto más ruidosas y creativas. La oposición Mercurio–Plutón revelará problemas mundiales relacionados con el poder. A nivel personal, puede traer problemas de poder cultural que desafíe nuestra expresión individual, y eso puede resultar en convertir nuestra búsqueda de soberanía personal en una lucha de poder. Los aspectos a Neptuno y Plutón permanecerán en tolerancia durante unos días, incluso en la luna nueva, y seguirán trayendo material del inconsciente colectivo a nuestra mente consciente.

Saturno Retrógrado

Saturno y Neptuno han comenzado a bailar un tango fascinante sobre el límite zodiacal de todos los finales y comienzos, donde Piscis 30° da paso a Aries 1°. El tango ha comenzado porque los dos planetas están a diez grados uno del otro, demasiado lejos para estar en conjunción pero lo suficientemente cerca como para influirse mucho entre sí, sobre todo porque Neptuno está en el grado anarético de su signo y Saturno ha transitado por dos tercios de ese signo. Durante el resto de 2024 y a lo largo de 2025 marcarán el necesario final de estos tiempos a medida que avancen y retrocedan por los grados finales de Piscis, y también nos darán vistazos al futuro cuando se aventuren por Aries, aunque sin una conjunción exacta hasta el 20 de febrero de 2026. En ese momento, irán de la mano a formar una conjunción climática en Aries 0°45′, en el primer grado del zodíaco cuyo símbolo Sabiano hemos discutido en el pasado: una mujer que emerge del mar con una foca envuelta en ella, simbolizando una nueva consciencia que surge del inconsciente colectivo a pesar de tener que lidiar con el peso del pasado (la foca).

Saturno representa el proceso de estructuración. A nivel psicológico, le da estructura a nuestra mente mediante lo que Carl Jung llamó el complejo del ego, una estructura necesaria para aceptar, mantener y enfocar nuestra consciencia, el contenido de nuestra mente consciente. En Piscis, Saturno se ve obligado a disolver las estructuras cristalizadas de nuestra mente para que se vuelva lo suficientemente flexible como para dar la bienvenida a una consciencia más sutil. El tiempo que Saturno pasa en Piscis nos prepara, personal y colectivamente, para dejar el pasado atrás. Por supuesto, Saturno termina su ciclo en Piscis cada 29.4 años pero este no es solo un final más porque Neptuno, el regente del signo, trabajará con Saturno para asegurar una completa disolución de lo viejo y obsoleto. Saturno en Piscis es el significado consumado de la penitencia. Miren en su carta dónde se encuentran los últimos diez grados de Piscis, en qué casa(s), ya que se les instará a completar cualquier asunto pendiente que puedan tener en ese campo de experiencias. Durante sus periodos retrógrados en Piscis (habrá uno más a finales de 2025) se nos anima a reflexionar sobre las estructuras que impiden nuestro progreso y cómo relegarlas a nuestro pasado.

Neptuno Estacionario Retrógrado

En la luna nueva, Neptuno estará estacionario retrógrado, lo que básicamente significa moverse retrógrado pero muy lentamente, a menos del 10% de su velocidad promedio. Muchos astrólogos dicen que el efecto de un planeta estacionario se “magnifica”, lo cual no es exactamente correcto. Lo que sucede es que el planeta permanece en conjunción con el arquetipo del grado (por ejemplo, el símbolo Sabiano) más tiempo de lo habitual, acumulando una mayor cantidad de energía solar en el proceso. Dado que las conjunciones representan actividad conjunta, el planeta presenta el mismo modo de operación durante mucho más tiempo que si se moviera a velocidad normal. Hemos hablado del símbolo Sabiano de Piscis 30° cuya imagen representa el poder de la visualización para efectuar la autotransformación en el ser humano. Neptuno nos pide que visualicemos una nueva civilización que cocrearemos, no arrasando con lo que hemos logrado sino disolviendo lo que se ha endurecido y ya no es relevante.

En la analogía del tango, imagino a Saturno alcanzando a Neptuno, que está a cargo del tempo del baile. Es Neptuno quien necesita moverse retrógrado para que la configuración de Pequeño Gran Trígono con Urano y Plutón que piloteó en 2023 se complete una vez más. Plutón va de regreso a Capricornio 30°, al que llegará el 1 de septiembre, justo cuando Urano estará estacionario retrógrado en Tauro 28°, formando así un trígono estrecho. Neptuno habrá alcanzado el 29° de Piscis y estará operativo una vez más el Pequeño Gran Trígono en los mismos signos de símbolo de confirmación de 2023. Las estructuras del viejo paradigma acumularán inercia para una resistencia final al cambio. Sin embargo, los procesos son impulsados ​​por el tiempo que simplemente no se detiene. Los planetas seguirán moviéndose en sus órbitas y los viejos y agonizantes paradigmas acabarán muriendo.

En el pasado diciembre, cuando anticipamos el 2024, mencionamos que entre 1939 y 1945 se formó un Pequeño Gran Trígono similar entre los planetas exteriores, o sea durante todo el período de la Segunda Guerra Mundial, una guerra que cambió a la humanidad más que cualquier otra cosa en tiempos recientes. Cuando comenzó la guerra, Urano también estaba en Tauro porque su período orbital es de unos 84 años, Neptuno estaba en Virgo, en oposición a su posición actual, ya que ha completado poco más de la mitad de su órbita de 165 años, y Plutón estaba en Cáncer, también a 180° de Capricornio aunque Plutón tarda unos 248 años en orbitar el sol; su órbita tiene una excentricidad tan grande que se mueve a través de algunos signos, como Escorpio, muy rápidamente. Dicho esto, aunque las similitudes son innegables, hay una diferencia importante: en aquel entonces Plutón era el piloto del Pequeño Gran Trígono y las lecciones se aprendieron, literalmente, con la fuerza atómica del planeta de poder. Hoy en día, es Neptuno quien conduce el barco, por así decirlo, y en lugar de una destrucción nuclear de lo que ya no es relevante, tendremos el equivalente a un ácido igualador que lo disolverá.

La entrada conjunta de Saturno y Neptuno en Aries en febrero de 2026 completará el Pequeño Gran Trígono en los signos de símbolo raíz porque para entonces tanto Plutón como Urano estarán firmemente ubicados en Acuario y Géminis, respectivamente. Algo parecido ocurrió en 1943 cuando Neptuno entró a Libra cuando Urano ya estaba en Géminis y Plutón en Leo. En aquel entonces, la Segunda Guerra Mundial cambió dramáticamente a favor de las fuerzas aliadas.

Sin duda, en 2026 tendremos la configuración más significativa y poderosa que haya experimentado la humanidad en los últimos siglos. La entrada en Aries de Saturno y Neptuno será un nuevo nacimiento para la humanidad pero, antes de ello, se “debe romper la fuente” (Piscis). El tango que ahora comienzan a bailar Saturno y Neptuno representa el proceso de parto previo a un nacimiento maravilloso.

Acerca del Agua

Mientras que Poseidón era el dios griego de los mares, Neptuno, su equivalente romano, era el dios de todas las aguas, incluida el agua dulce. Quiero finalizar este artículo con unas palabras sobre el agua, sin la cual no habría vida. Hace un tiempo mencioné el trabajo de Veda Austin, quien comenzó a congelar agua luego de exponerla a diversas situaciones emocionales. Luego, bajo el microscopio, notaría diferentes patrones de cristalización que reflejan la calidad de la emoción “congelada”. Después de muchos años, ha decodificado una serie de hidroglifos y es capaz de “comunicarse” con el agua de las formas más sorprendentes. Veda postula que el agua es capaz de mantener la consciencia, de forma muy parecida a la mente humana.

Recientemente, Pam Gregory “entrevistó” a un espíritu llamado Zac que afirma haber sido un sumo sacerdote en Lemuria, un continente perdido similar a la Atlántida, y que ha reencarnado varias veces desde entonces, aunque actualmente se comunica a través de una médium. Zac mencionó que la humanidad está atravesando una especie de “mejora”, lo que hemos identificado como un nivel de consciencia más elevado y más sutil, y que esa “mejora” nos llegará en el agua. Señala que el planeta es 71% agua pero somos seres terrestres que necesitamos agua, y por eso el agua se utiliza para “entregar” la consciencia. Fue bastante específico, diciendo por ejemplo que se necesitan 72 horas para que toda el agua de la Tierra tenga el mismo nivel de consciencia. Cabe señalar que el ser humano no puede pasar 72 horas sin agua.

El fisiólogo y biólogo evolutivo Denis Noble señala que el agua se mantiene en estado líquido en el rango de 0 a 100 °C, mientras que el hidrógeno y el oxígeno, ambos, se vuelven gaseosos a temperaturas mucho más bajas. Esto es importante porque el agua líquida es un disolvente de casi todos los compuestos orgánicos y de la mayoría de los elementos. Sin embargo, cabe destacar que el agua no puede disolver los lípidos y las células de nuestro cuerpo tienen membranas grasas que encierran varias soluciones acuosas de diferentes compuestos. En cierto sentido, estamos hechos de un montón de burbujas grasas con diferentes soluciones. El cuerpo es capaz de modificar las concentraciones de esas soluciones, o crear nuevas mezclas, al abrir y cerrar las membranas en respuesta a estímulos químicos o eléctricos.

Hay muchas más características maravillosas del agua, pero lo que quería compartir es que parece haber mucha evidencia de que el agua está realmente relacionada con la consciencia cósmica. Al prepararnos para la Era de Acuario, cuando podremos acceder a voluntad la consciencia grupal, es importante que bebamos agua adecuadamente. Zac enfatizó que no necesitamos destilar ni siquiera purificar el agua, lo que debemos hacer es aceptarla en sacrificio y con reverencia; recordemos que sacrificio proviene del latín sacrificium: hacer santo o sagrado. Por lo tanto, cuando participen en actividades grupales, los animo a compartir agua que haya sido dedicada para la ocasión. El agua mejorará el aspecto comunitario de la actividad y permitirá que surja una “consciencia grupal”.

Terminando…

Una vez más, dado que una carta de luna nueva es de potencialidades para todo el mes lunar, la discusión sobre la soberanía personal y las relaciones valiosas se aplica no sólo a los próximos días sino a la lunación en su conjunto.

Como decía al principio, vivimos tiempos mágicos envueltos en un manto caótico de mentiras y desinformación. Es importante que mantengamos la cabeza en alto mientras sintonizamos la frecuencia de la consciencia más sutil. Y manténgase abiertos a nuevas experiencias, especialmente si involucran agua.

Les recuerdo declarar su intención para la lunación previo a la luna nueva. Si es posible, expresen su declaración en tiempo presente con la seguridad de que el Espíritu siempre responderá a toda necesidad reconocida.

Siempre Amor. 🌹🙏💖

  1. Sirio tiene la peculiaridad, muy inusual, de presentar un movimiento retrógrado frente a estrellas “fijas” a razón de 1° cada 72 años, ¡como nuestro sol! Esto ha sido corroborado por cuidadosas observaciones realizadas por el grupo Sirius Research desde 1988. En el caso de nuestro sol, dicho movimiento da lugar a la precesión de los equinoccios y, por tanto, a las eras astrológicas. Que nuestro sol y Sirio se muevan sincronizados con respecto a las constelaciones a lo largo de la eclíptica aún no se ha explicado adecuadamente y es la razón por la que algunas personas creen que Sirio y el sol forman un sistema estelar binario, lo cual ha descartado la ciencia. ↩︎
  2. 1 de enero de 1801 a las 00:00 horas en Londres, Inglaterra. ↩︎
  3. 4 de julio de 1776 a las 17:10 horas en Filadelfia, Pennsylvania. ↩︎

Comentarios

Una respuesta a “Una Lunación Mágica”

  1. Avatar de Paola Giovine
    Paola Giovine

    Gracias siempre para marcar el camino y llamar la atención en lo que está pasando adentro y afuera. La intuición está muy fuerte y presente, el trabajo comunitario una prioridad, unidos tendremos la fuerza de pasar estos tiempos llenos de retos y entrar en un nuevo estado evolutivo! Abrazos

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