Reflexiones Críticas

Este año tendrá dos lunas nuevas en Virgo, que caerán en el primer y último grados del signo, quizás para equilibrar la energía expresiva que recibimos de Leo y Acuario, siendo Virgo el símbolo de confirmación de Leo. En la luna nueva en Leo, como recordarán, Sol y Luna formaron una oposición exacta con Plutón en Acuario, iniciando un mes de evidente tensión entre la expresión individual y la sociocultural en todo el mundo. Como era de esperar, la luna llena en Acuario reveló el alcance de dicha tensión, esta vez con la ayuda de la oposición de Plutón con Mercurio, que estaba (y aún está) en un potente sextil con Marte. La crisis de consciencia derivada de tal revelación, simbolizada por la fase de Cuarto Creciente del viernes pasado, nos dio lugar a una peculiar cumbre entre Trump y Putin en Alaska.

Más Incertidumbre Mundial

Antes de la entrada de Neptuno en Aries, mencionamos que un evento de este tipo suele coincidir con un conflicto global, pero esta vez predijimos un tipo diferente de “guerra mundial”: una guerra económica. Neptuno entró en Aries el 30 de marzo y las primeras salvas se dispararon simbólicamente de inmediato el “Día de la Liberación”, el 2 de abril. Sin embargo, a principios de mayo, Plutón se puso retrógrado y, para cuando Saturno entró en Aries a finales de mayo, todo ya pareció un ensayo. Cuando Urano entró en Géminis a principios de julio, justo antes de la luna llena en Capricornio, dijimos que comenzaría a fluir información reveladora, pero sugerimos observar y reflexionar, especialmente porque Saturno y Neptuno comenzaron a moverse retrógrados casi al mismo tiempo. Existe lo que podríamos llamar “energía de reconsideración” que se convertirá en una auténtica “energía de duda” una vez que Urano empiece a moverse retrógrado el 5 de septiembre, justo después de que Saturno vuelva a entrar en Piscis el 1 de septiembre, seguido de Neptuno el 22 de octubre. En definitiva, como dijo José Millán, cualquier supuesto acuerdo que se firme ahora sobre la guerra económica no valdrá ni el papel en el que está escrito. Me temo que volveremos a tiempos confusos y caóticos durante un rato más.

Sin embargo, hay luz al final del túnel. Con el ensayo terminado y tras haber tenido tiempo para reflexionar, los planetas empezarán a avanzar de nuevo, lo que indica el comienzo de un tiempo de acción duradero, ya que ningún planeta lento volverá a un signo anterior por varios años. Saturno estará estacionario en Piscis 25°09′ el 28 de noviembre y Neptuno hará lo mismo en Piscis 29°22′ el 10 de diciembre. Con Urano de regreso en Tauro desde el 8 de noviembre, es probable que sintamos pesadez y una sensación de déjà vu que nos hará replantearnos, colectivamente, cómo abordar los mismos problemas que enfrentamos hoy. Todo llegará a su punto crítico cuando Neptuno reingrese a Aries el 26 de enero, Urano cambie de dirección el 4 de febrero, en Tauro 27°28′, y Saturno también reingrese a Aries el 14 de febrero, en camino a su tan esperada conjunción con Neptuno el 20 de febrero. Por supuesto, la entrada final de Urano en Géminis, el 26 de abril, iniciará la verdadera transición hacia una sociedad basada en nuevos paradigmas. Probablemente será el verdadero inicio de una guerra económica global u otro medio para efectuar la esperada implosión.

El Rol de Saturno

Los procesos de Saturno invitan a la rebelión a las personas influenciadas por Urano, como yo. Y Saturno es un enemigo tan formidable que ejerce una mayor influencia en cualquier conjunción, incluso con Sol. Alguien con una conjunción de Sol y Saturno en su carta natal, como yo, tendrá muchas de las energías de Capricornio, regido por Saturno, independientemente de su signo. He aprendido que un ataque frontal al tradicionalismo de Saturno solo funciona si sus estructuras están verdaderamente cristalizadas, incluidas las de nuestra psique.1 De lo contrario, Saturno reaccionará construyendo estructuras más sólidas, capaces de resistir cualquier innovación radical (Urano). Un enfoque mucho mejor es trabajar con estas energías y presentar cualquier innovación como una serie de “reformas” que requerirán nuevas estructuras. Saturno no tiene problemas en destruir lo que construyó siempre que haya un proceso de reconstrucción posterior; a diferencia de Plutón, que destruirá todo lo obsoleto sin importar los daños colaterales ni si se construirá algo en su lugar.

Asuntos Pendientes

Dada su influencia crucial, los ciclos de relaciones (sinódicos) de Saturno han sido estudiados cuidadosamente. En artículos anteriores, exploramos el ciclo de Saturno y Neptuno, que llega a su fin de forma dramática el 20 de febrero tras una conjunción de un año, la mayor parte en el signo de Piscis. El ciclo de 36 años comenzó con una triple conjunción en Capricornio en 1989, la última de las cuales tuvo lugar el 13 de noviembre, tan solo cuatro días después de la caída del Muro de Berlín; literalmente, la disolución (Neptuno) de las estructuras (Saturno) de la Guerra Fría. Hemos visto cómo el actual Pequeño Gran Trígono de Urano, Neptuno y Plutón refleja el formado durante la Segunda Guerra Mundial, lo que parece indicar algunos “asuntos pendientes” relacionados con ese conflicto tan crucial para nuestra civilización.

El hecho de que Neptuno sea el actual director del Pequeño Gran Trígono—recordemos que fue Plutón durante la Segunda Guerra Mundial—otorga particular importancia a la conjunción Saturno–Neptuno.2 El próximo año, y durante varios meses, Saturno permanecerá en conjunción con Neptuno, recibiendo instrucciones, simbólicamente, de los planetas transpersonales para efectuar cambios en la sociedad. Por supuesto, Saturno trabajará en colaboración con Júpiter y en consonancia con la actualización progresiva de lo que comenzaron el 21 de diciembre de 2020, en la última Gran Conjunción en el primer grado de Acuario.

La Mente Digital

Al igual que Neptuno, Saturno forma sextiles con Urano y Plutón, aunque son de tipos diferentes. El ciclo actual de 45 años de Saturno y Urano, de tradición e innovación, comenzó con una triple conjunción en 1988 en el signo de Sagitario y finalizará en su polo opuesto, Géminis, en junio de 2032. En 1988, la internet se generalizó y Sagitario nos brindó una visión de conectividad global debidamente organizada.

De forma similar a una luna llena, el punto medio del ciclo muestra la maduración de la semilla original, que se reveló en la quíntuple oposición entre noviembre de 2008 y julio de 2010: las cuatro primeras con Saturno en Virgo y Urano en Piscis, y la última con los planetas tras su traslado a Libra y Aries. Mientras que la entrada de Plutón en Capricornio en 2008 desencadenó la crisis financiera mundial y ha acaparado la atención de esos años, las primeras cuatro oposiciones Saturno–Urano dieron estructura técnica (Saturno en Virgo) al concepto general de “redes sociales” mundiales (Urano en Piscis), y la última aseguró la aceptación social (Saturno en Libra) de lo que se ha convertido en una extensión digital de nuestra identidad (Urano en Aries): el teléfono inteligente.

Durante las fases menguantes, debemos tomar consciencia de lo que se reveló en la oposición, de nuevo de forma similar a lo que ocurre en el ciclo lunar. Gradualmente, hemos trasladado un número considerable de funciones de nuestra mente al teléfono inteligente o a la “nube”, sobre todo nuestra memoria para contactos, citas, etc. La crisis de consciencia, la cuadratura de cierre, se produjo tres veces en 2021, cuando parecía que la gente podría teletrabajar debido al enorme aumento de videoconferencias durante la pandemia. Nos encontramos en medio de un triple sextil, el segundo de los cuales fue exacto el 12 de agosto, el único con Saturno en Aries y Urano en Géminis. Podemos ver sus efectos en la legislación y otros intentos de estructurar la IA. Los sextiles, como recordarán, operan bajo la palabra clave: producción.

Otros Ciclos

El otro sextil, entre Saturno y Plutón, no será exacto hasta el próximo año, y solo una vez. Debido a la gran excentricidad de la órbita de Plutón, su ciclo de relación dura entre 33 y 38 años. El ciclo actual comenzó el 12 de enero de 2020, en Capricornio, el signo de Saturno, y en conjunción exacta (menos de 1°) con Sol y Mercurio. Ese día, China reportó la primera muerte por el virus de la COVID-19, cuyas infecciones nos obligaron a confinamientos y otras restricciones (Saturno). Mediante vacunas, pudimos finalmente contener la pandemia (Saturno), aprovechando en el proceso el poder (Plutón) de la manipulación genética. El sextil inicial, símbolo de acción productiva, será exacto el 28 de marzo de 2026, con Saturno en Aries con ganas de estructurar algo y Plutón en Acuario descubriendo lo que ha funcionado (y lo que no) en ciencia y tecnología, entre otras áreas.

Ya que hablamos de ciclos, permítanme señalar que habrán cinco sextiles iniciales exactos entre Urano y Neptuno a partir de ahora y junio de 2027, cada uno ajustando el Pequeño Gran Trígono. El primero ocurrirá la próxima semana, el 28 de agosto, tan sólo cinco días después de la luna nueva. El ciclo de la relación de Urano y Neptuno dura aproximadamente 171 años, y el actual comenzó con una triple conjunción en Capricornio en 1993; este ciclo tiende a traer consigo cambios culturales importantes.

Signos y Constelaciones

Como se mencionó al principio del artículo, este año tendremos dos lunas nuevas en Virgo, la primera de las cuales ocurrirá en el primer grado del signo. En el mismo lugar, encontramos actualmente la estrella Régulo, el “corazón del león” en la constelación de Leo, y muchos astrólogos asignan un significado en particular a las conjunciones con estrellas específicas.3 Quiero tomarme un momento para explicar la distinción entre los signos zodiacales y las constelaciones que llevan los mismos nombres. Ambos se utilizan como sistemas de coordenadas establecidos en la eclíptica: la trayectoria aparente del sol a lo largo del año que, por supuesto, se produce por la órbita de la Tierra a su alrededor. La eclíptica tiene una inclinación de unos 23.5° con respecto al ecuador celeste, la proyección del ecuador terrestre, y la intersección de estos dos planos produce el eje equinoccial.

Para el zodíaco tropical (signos), la ubicación del sol en el equinoccio de marzo marca el inicio del zodíaco, el primer grado de Aries. A partir de entonces, simplemente nos desplazamos 30° para encontrar el inicio de Tauro, 30° más para Géminis, y así sucesivamente. En algún momento entre el 100 y el 200 a.C., el sol en el equinoccio de marzo coincidió con un límite inicial de la constelación de Aries, que se extendía aproximadamente una doceava parte del círculo completo y terminaba en el inicio de la constelación de Tauro. En aquella época, una constelación definía aproximadamente el mismo arco de 30° de la eclíptica que el que hubiera dado el zodíaco tropical; dije “aproximadamente” porque los límites de las constelaciones utilizados en la antigüedad son muy debatidos.

Las Eras Astrológicas

Sin embargo, el equinoccio de marzo se mueve retrógrado con respecto a las llamadas estrellas fijas que conforman las constelaciones debido a la precesión de los equinoccios, un fenómeno aún no del todo comprendido que resulta en un retroceso de 1° del eje equinoccial cada 72 años. Como resultado, el equinoccio de marzo se mueve retrógrado un signo entero cada 2,160 años (30 x 72), dando origen al concepto de eras astrológicas. En su libro “Astrological Timing”, Rudhyar utiliza la convergencia de varios ciclos para teorizar que las constelaciones y los signos se sincronizaron en el año 98 a.C., lo que significa que los equinoccios de marzo han ocurrido progresivamente en sentido inverso a través de la constelación de Piscis y, por lo tanto, estamos viviendo en la Era de Piscis hasta el año 2062.4

Las Estrellas en una Constelación

Más significativamente, se creía que las estrellas que se encuentran dentro de una constelación “esbozaban” una imagen arquetípica de las energías solares en esa región del espacio. Cada estrella individual enfatizaba algunos rasgos simbólicos de dicho esquema, como la ubicación de Régulo en el corazón de un león esbozado por las estrellas de la constelación de Leo. En la holarquía cósmica, cada una de las 100 a 400 mil millones de estrellas de la Vía Láctea representa un sistema planetario al mismo nivel que nuestro sistema solar, todos interrelacionados y colaborando como “partes” para el correcto funcionamiento de la galaxia, de forma similar a como interactúan los órganos en el cuerpo humano.

Siguiendo esta analogía, un sistema planetario correspondería al corazón, mientras que otro sería el cerebro. Obviamente, existe comunicación entre ambos órganos para mantener a una persona funcionando como tal, pero en esta analogía, la Tierra es sólo una parte funcional del sistema solar, considerándolo como un organismo, y no una parte directa de la galaxia; la Tierra correspondería a una válvula cardíaca o un lóbulo cerebral. Aunque una válvula cardíaca se ve claramente afectada por los ritmos del corazón, queda menos claro cómo se vería afectada directamente por los ritmos del cerebro.

Las Cuatro Estrellas Reales

En la astrología persa, cuatro estrellas eran consideradas guardianas del cielo, ubicadas en los cuatro puntos cardinales: Régulo (norte), Fomalhaut (sur), Aldebarán (este) y Antares (oeste). Según Astrology King, Régulo se encontraba en el solsticio de verano (Cáncer 0°) en el 2345 a.C., e inmediatamente comenzó a moverse hacia Leo debido a la precesión de los equinoccios. Para el 700 a.C., los asirios habían situado a Régulo en Leo, en el corazón del león; Fomalhaut en Piscis Austrinus, en la boca del pequeño pez bajo el aguador de Acuario; Aldebarán en Tauro, en el ojo del toro; y Antares en Escorpio, en el pecho del escorpión.

Observen cómo las cuatro estrellas parecían marcar los puntos medios de los signos fijos, donde el poder se concentra con mayor intensidad. Estos puntos, Tauro 15°, Leo 15°, Escorpio 15° y Acuario 15°, se han denominado grados avatáricos y son especialmente potentes. Lo que quiero señalar es que quizás las cualidades asignadas a las cuatro estrellas reales no provengan de los sistemas estelares en sí, sino del simbolismo de los grados en los que se ubicaban en ese entonces. Por lo tanto, Régulo en el primer grado de Virgo no modifica el significado de dicho grado y es básicamente irrelevante para la biósfera de la Tierra.

Una Crítica de la Información

Es hora de hablar de la luna nueva formada por la conjunción exacta de Sol y Luna en Virgo 0°23′. Ocurrirá el 22 de agosto a las 23:06 en California, o el 23 de agosto a las 00:06 en la Ciudad de México, o a las 08:06 en Europa Central, como se muestra en la carta Aries a continuación:

Al igual que la luna nueva en Leo, ésta se encuentra en un grado inicial de su signo (el primero) y, por lo tanto, forma aspectos con los planetas del Pequeño Gran Trígono: una cuadratura con Urano (Géminis 1°23′) y quincuncios con Plutón (Acuario 1°56′), Neptuno (Aries 1°34′) y Saturno (Aries 0°36′), este último prácticamente exacto. Mientras que normalmente la luna nueva en Virgo es algo recatada y formal, simbólicamente, con energía para el autoanálisis crítico y la atención al detalle, la estrecha cuadratura con Urano, el único planeta exterior que no se está moviendo retrógrado, seguirá aportando información reveladora durante su tránsito por Géminis. Sol y Luna se asegurarán de que la información se revise críticamente y se difunda cuidadosamente a lo largo de una lunación con la precisión de Sol en Virgo en todo momento. Por otro lado, el aspecto negativo de esta energía es sembrar dudas y criticar duramente la información revelada, o a los informantes como mensajeros.

Sin embargo, los quincunces forman una poderosa configuración Yod, también conocida como el Dedo del Destino, con Sol y Luna en el vértice fatídico, recibiendo las energías generadas por el sextil de Plutón con la conjunción de Saturno y Neptuno. Cabe destacar que todos estos planetas están en movimiento retrógrado, invitando a la reflexión. Tras la lunación en Leo, cuando se expuso la tensión entre las expresiones individuales y socioculturales, este será un mes lunar de reflexión crítica, probablemente relacionada con la información reveladora ya mencionada.

Comunicaciones Persistentes

El sextil entre Marte (Libra 10°16′) y Mercurio (Leo 12°34′) ha estado en funcionamiento desde la luna llena en Acuario y fue exacto en dos ocasiones, el 12 y el 18 de agosto. Ha dado aceptación social a las expresiones de desaprobación hacia las acciones de ciertas sociedades, energías presentes en la semilla de la luna nueva que, por lo tanto, estarán disponibles durante todo el mes. Además del sextil, Marte forma una cuadratura con Júpiter (Cáncer 16°15′) que, a su vez, forma un trígono con el Nodo Norte (Piscis 18°20′), lo que indica oportunidades y sincronicidades para profundizar en las energías de la luna llena anterior, cuando Marte lidereó un Papalote con el Pequeño Gran Trígono.

Más Tensión Individual–Cultural

Durante la luna nueva, Venus (Cáncer 27°06′) formará una cuadratura con Quirón (Aries 26°55′), lo que en cierto modo simboliza, en palabras de Pam Gregory, “sanar con amor”. Sin embargo, la oposición entre Venus y Plutón, ya visible en la carta astral de la luna nueva, se intensificará cuando Venus entre en Leo el 25 de agosto, dos días después de la luna nueva. La tensión entre Leo y Acuario que sentimos desde la luna nueva en Leo, cuando Sol y Luna estaban en oposición exacta a Plutón, y que arrasó por los medios la semana posterior a la luna llena, cuando Mercurio se opuso a Plutón, adquirirá ahora un tono emocional ya que es el turno de Venus de estar en oposición a Plutón y formar un Trapecio con el Pequeño Gran Trígono. El sextil de Mercurio y Marte mencionado anteriormente nos mantendrá al tanto de dicha tensión emocional. A nivel personal, la tensión se sentirá en nuestras relaciones, quizás involucrando una perspectiva femenina (o feminista).

Símbolo Sabiano

La imagen original de Virgo 1 es: “La cabeza de un hombre”, que Rudhyar amplió considerablemente a: “En un retrato, los rasgos significativos de la cabeza de un hombre se enfatizan artísticamente”, explicada además como la capacidad de visualizar con claridad los rasgos más destacados y el significado general de cualquier situación vital. Si se interpreta la imagen original como un retrato, o incluso como una escultura, la versión mejorada de Rudhyar simplemente plantea lo obvio, pero cobra importancia al considerar la palabra clave del símbolo: Discriminación.

Cualquier persona con una fase Virgo prominente (Sol, Luna, Ascendente, etc.) comprenderá que la discriminación implica tanto análisis como intuición. Rudhyar escribe: “La mente separa e identifica … lo que diferencia a una persona o una situación de otra; pero las respuestas intuitivas de la persona en su totalidad … también son esenciales, pues lo que importa no es solo mi ‘diferencia’ o la tuya, sino el lugar y la función que esta diferencia ocupa … en la evolución de la humanidad en su conjunto”. Así definida, la discriminación es mucho más que la mera diferenciación.

Es importante recordar que, desde ese grado, Sol y Luna establecen unos contactos importante con el Pequeño Gran Trígono. En este caso, la discriminación se aplicará a la revisión y difusión cuidadosa de la información o a alimentar las dudas sobre lo que se revele. Viendo al futuro, la lunación finalizará horas antes del equinoccio de otoño.

Terminando…

En la primera parte de este artículo, expliqué cómo varios ciclos de relaciones entre los planetas exteriores, incluyendo Saturno, aún predicen confusión y caos más tarde en el año. El ensayo de qué esperar en los próximos tres a cinco años está llegando a su fin. Al ser un ensayo, no es prudente dar mucha credibilidad a lo que se está decidiendo e inclusive acordando actualmente. Estos problemas resurgirán una vez que los “chicos grandes” comiencen a moverse directos de nuevo y pasen a estar en sus signos Yang actuales durante varios años.

A corto plazo, toda la lunación contará con las energías críticas y prácticas de Sol en Virgo. La luna llena en Piscis llegará con un eclipse lunar total que promete ser bastante revelador. La lunación finalizará con otra luna nueva en el último grado (anarético) de Virgo, el grado que a menudo expone el lado sombra de un signo.

Venus en Leo nos permitirá trabajar en nuestras relaciones, en particular en la tensión entre las presiones socioculturales y los deseos individuales.

Siempre Amor. 🌹🙏💖

  1. Hemos visto que, en términos del desarrollo psíquico, los procesos de Saturno simbolizan lo que Jung llamó el complejo del ego, que construye la estructura de nuestra mente consciente, nuestra mentalidad. ↩︎
  2. Durante la Segunda Guerra Mundial, Saturno formó una conjunción con Urano, un planeta de apoyo como Neptuno en aquel Pequeño Gran Trígono. La conjunción fue exacta el 3 de mayo de 1942 en el último grado de Tauro, el día en que comenzó la Batalla del Mar del Coral, una batalla clave en la que ambos bandos sufrieron numerosas bajas, pero, por primera vez, se repelió un gran avance japonés. ↩︎
  3. Erróneamente me uní a esa tendencia el año pasado, cuando Urano estaba en conjunción con la estrella Algol, parte del mito de Medusa, que en la antigüedad se asoció con la muerte de “jefes de estado”, a veces por decapitación. La primera conjunción coincidió con el intento de asesinato contra Donald Trump. ↩︎
  4. Dada la incertidumbre sobre algunas fechas y límites de las constelaciones, yo situaría la triple entrada de Plutón en Aries en 2066–68, de forma similar a cómo entró en Acuario tres veces en 2023–24, como el probable inicio de la Era de Acuario. ↩︎

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Comentarios

2 respuestas a “Reflexiones Críticas”

  1. Avatar de Paola Giovine
    Paola Giovine

    Tiempos intensos que requieren atención y presencia. Observación profunda y al mismo tiempo extrema compasión.
    En amor.

    1. Avatar de RXB

      Gracias por tu comentario. Saludos con cariño.

      Siempre Amor. 🌹🙏💖

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