Hora para la Verdad

Después de un período relativamente tranquilo al comienzo del mes lunar, las cosas se complican de manera progresiva a medida que nos acercamos a la luna llena que ocurrirá el lunes 19 de agosto a las 11:26 horas en California, 12:26 horas en Ciudad de México o 20:26 horas en Europa Central. En la carta adjunta, pueden ver a Sol en Leo 27°15′ (cerca de la posición de las 4 en punto) justo frente a Luna en Acuario 27°15′.

Antes de desentrañar la astrología de esta carta, llena de significado, permítanme preparar el terreno. Tuvimos una conjunción exacta de Marte y Júpiter en Géminis 16°40′ el 14 de agosto, justo dos días después de la fase de Cuarto Creciente de la lunación, cuando estoy escribiendo estas palabras. Esa fase es el momento de lo que llamamos una crisis de acción, cuando encontramos obstáculos para la actualización de las potencialidades presentes en la luna nueva. Marte y Júpiter trabajando juntos (conjunción) se encuentran a menudo en las cartas de muchos empresarios. La expansión de Júpiter, su capacidad para asimilar nuevas experiencias de vida y proyectar nuevas visiones, tal vez resultantes del contacto con otras culturas al viajar, trabaja al unísono con la energía marciana de acción para la identificación y satisfacción de nuestros deseos personales. Sin embargo, Júpiter expandirá todos los aspectos de Marte, incluidos los relacionados con la guerra y, lamentablemente, hemos visto más conflictos brutales tanto en la guerra de Ucrania como en la de Gaza.

Dos T-Cuadradas

En el momento de la luna llena, Marte en Géminis 19°59′ y Júpiter en Géminis 17°26′ siguen en conjunción, formando este último una cuadratura exacta con Saturno en Piscis 17°28′, de la que hablaré más en un momento. Júpiter también forma otra cuadratura con Venus que, en Virgo 18°00′, está en oposición a Saturno. Hemos llamado a esta configuración una T-Cuadrada y se muestra en la carta de la luna llena como un triángulo isósceles rojo con Júpiter como el planeta que forma dos cuadraturas y que sirve como “detonante” de la configuración. Debido a su conjunción con Júpiter, Marte también es el detonante de una T- Cuadrada similar con la oposición Venus–Saturno. Pero eso no es todo, tanto Sol como Luna forman cuadraturas exactas con Urano en Tauro 27°11′ y ellos mismos están en la oposición de luna llena, lo cual configura otra T-Cuadrada; otro triángulo rojo en la carta con Urano como detonante. Finalmente, Mercurio en Leo 26°01′ forma una conjunción estrecha con Sol, oposición con Luna y cuadratura con Urano para otra T-Cuadrada.

La T-Cuadrada, como recordarán, es una configuración altamente energética entre tres planetas que operan en signos de la misma modalidad: cardinal, fija o mutable. Está compuesta por una oposición y dos aspectos de cuadratura, todos los cuales presentan puntos de vista alternativos que requieren una reconciliación que a menudo resulta en conflicto o colaboración. En el caso de una oposición, los puntos de vista son polos opuestos y existe una urgencia de al menos percatarnos, si no es que ser completamente conscientes de la polaridad, para poder ver y comprender el punto de vista opuesto. Sin embargo, para la cuadratura, los puntos de vista no están relacionados en absoluto, salvo la modalidad, y hay energía para construir o destruir. A menudo, el punto vacío directamente opuesto al planeta detonador ofrece un lugar donde enfocar la energía total. En el mejor de los casos, lo que el planeta detonante construye con los dos opuestos nos ayuda a comprender la oposición.

Las T-Cuadradas estarán en dos modalidades diferentes: fija y mutable. Recordemos que las modalidades se refieren al ciclo de poder del llamado eje mundial formado por los equinoccios y solsticios. Los signos cardinales generan poder. Hay dos clases diferentes de poder: equinoccial y solsticial, pero eso no es importante en este caso. Los signos fijos concentran el poder generado por el signo cardinal anterior, y los signos mutables distribuyen el poder concentrado por el signo fijo anterior. Como los dos detonantes, Urano y Marte–Júpiter, están en signos consecutivos (Tauro y Géminis), las dos T-Cuadradas parecen estar vinculadas: concentración de poder en Tauro (Urano) y distribución de poder en Géminis (Júpiter y Marte). Si esto les recuerda a la conjunción Júpiter–Urano del 20 de abril, no están solos. Las energías de fondo nos instan una vez más a “saltar al abismo” con fe en el futuro, soltando los viejos paradigmas que impiden nuestro crecimiento.

Venus y Saturno en Oposición

Como se ha dado a entender anteriormente, la energía de la T-Cuadrada se centra en su oposición. En el caso de Venus y Saturno, su oposición da estructura (Saturno) a nuestras relaciones (Venus), y un fuerte aspecto entre ellos se encuentra a menudo en las cartas de bodas. En la fase de Piscis, Saturno es capaz de dar forma y estructura a nuestros sueños mientras que Venus en Virgo es muy atenta y apreciativa de las relaciones, a menudo amando ayudar y cuidar de los demás. Sin embargo, el lado difícil de Saturno resulta de la rigidez en las estructuras que construye con las energías del signo, lo que termina sofocando su capacidad de fluir adecuadamente. En Piscis, Saturno se ha vinculado al egoísmo y a una tendencia a ignorar las oportunidades de ayudar y dar de nosotros mismos, lo que sería la expresión natural de Piscis. Es fácil ver una tensión con los arquetipos mencionados sobre Venus en Virgo.

El antídoto natural a la rigidez de Saturno es la expansión de Júpiter. En nuestra mente, Saturno estructura lo que C. G. Jung llamó el complejo del ego, que es la estructura que el ego le da a la mente consciente, estructura sobre la cual reina supremo. Sin dicha estructura, la mente sería incapaz de asimilar el contenido emocional obtenido a través de Luna, pero la estructura debe ser lo suficientemente flexible como para ser “reconfigurada” según sea necesario para aceptar contenido desde una perspectiva más nueva, un nivel más nuevo de consciencia. Al establecer relaciones de alto nivel en nuestra mente, por ejemplo vinculando información disímil como resultado de viajar o aprender, Júpiter expande el alcance de lo que debe estructurarse y remodela el complejo del ego dando como resultado un ego “flexible”. En este sentido, Júpiter representa el proceso de apertura de nuestra mente. Vale la pena señalar que Saturno retrógrado es un período de tiempo en el que tenemos energía para reflexionar y reconsiderar.

Cuadratura Júpiter–Saturno

Tradicionalmente, se considera a Júpiter y Saturno como los planetas “sociales”, es decir, que representan procesos relacionados con el funcionamiento de la sociedad. De hecho, hemos hablado de sus Grandes Conjunciones que ocurren cada veinte años aproximadamente, y que permanecen en el mismo elemento zodiacal (Fuego, Agua, Aire o Tierra) durante 140–180 años, impulsando más de un siglo de valores y acciones culturales similares, ya que la cultura es la expresión del poder social. Si comparamos su ciclo de relación de veinte años con el ciclo lunar, su cuadratura exacta en esta luna llena marcará su fase de Cuarto Creciente, que identificamos anteriormente como una crisis de acción al intentar actualizar las potencialidades presentes en la fase de Luna Nueva. Esa fase fue la Gran Conjunción del 21 de diciembre de 2020 que ocurrió en el primer grado de Acuario (0°29′), que es donde Plutón (Acuario 0°15′) está actualmente transitando retrógrado. Esa Gran Conjunción allanó el camino para el tránsito de Plutón por Acuario que durará 20 años y fue la primera de una larga serie de conjunciones en signos de aire que durarán el resto del siglo y más adelante.

De hecho, la fase del Cuarto Creciente será exacta tres veces. Además del 19 de agosto con Saturno moviéndose retrógrado, formarán una cuadratura creciente exacta el 24 de diciembre con Júpiter moviéndose retrógrado, y otra el 15 de junio de 2025, cuando ambos planetas estarán moviéndose directos. Serán momentos en los que el progreso logrado desde diciembre de 2020 en temas relacionados con Acuario como la honestidad y la verdad se verá cuestionado en la sociedad de todo el mundo. A nivel personal, se nos pide que reflexionemos sobre nuestra mentalidad en la luna llena, ¿tenemos lo que los psicólogos llaman una mentalidad fija o de crecimiento? En Nochebuena, la reflexión puede centrarse en la aceptación de otros puntos de vista. Y la cuadratura final del próximo junio ocurrirá con Júpiter en Cáncer y Saturno en Aries, ambos signos cardinales, lo que proporcionará energía para construir la mentalidad necesaria para nuestro crecimiento evolutivo.

Las Cuadraturas de Venus

La cuadratura de Júpiter y Venus traerá energía de expansión a nuestras relaciones, que tal vez se manifieste como un deseo de organizar una gran fiesta o de gastar de más. En un nivel superior, es una oportunidad para expandir nuestro sistema de valores de manera que se vuelva más inclusivo. Pero es la otra cuadratura de Venus, la que forma con Marte, la que merece un poco más de atención. Como sabemos, Venus y Marte también son un par de planetas compensatorios, como Júpiter y Saturno, o Sol y Luna por cierto. Marte no es sólo el planeta de la acción e incluso de la guerra, al igual que Venus no es sólo el planeta del amor personal y la belleza. Tiendo a pensar en ellos como representantes de los procesos de identificación y búsqueda de nuestras necesidades (Venus) y deseos (Marte) personales en los tres niveles fundamentales de la existencia: físico, psicomental y espiritual.

En el nivel más profundo, representan lo que hemos llamado los arquetipos del femenino sagrado y masculino sagrado, que juntos hacen referencia a la Travesía del Héroe en mitología. En ese sentido, Marte es la expresión del ser individual, la tendencia a alejarse del centro, dejando que nuestra libido fluya desde la psique, autoproyectándonos sin tener mucho en cuenta el mundo exterior. Pero eso es sólo la mitad del viaje. En el mito, el héroe regresa después de lograr su misión, magullado y marcado por las cicatrices de las batallas, pero probablemente mucho más sabio por lo que encontró. Venus es el efecto en nuestra psique de la reacción del mundo exterior a nuestra extroversión marciana. Dicha reacción proviene de nuestras relaciones personales con el mundo exterior y produce emociones en nuestra psique, de las cuales el amor personal está particularmente asociado con Venus. Al actuar y experimentar reacciones sociales desarrollamos un sistema de valores que moldea nuestras relaciones, creando un ciclo de retroalimentación.

En el momento de la luna llena, la cuadratura creciente entre Venus y Marte, que será exacta tres días después, también marca el inicio de su fase de Cuarto Creciente, la crisis de acción después de su conjunción en Acuario el pasado mes de febrero.1 Al igual que en el caso de Júpiter y Saturno, nos enfrentamos a cuestiones sobre la verdad, la honestidad y las relaciones verdaderas, tanto personales como con nuestras comunidades. Todos estos planetas continúan con el tema general de los preparativos personales y sociales para la próxima Era de Acuario.

Luna Nueva en Leo

El otro conjunto de T-Cuadradas está marcado por la oposición de luna llena entre Sol (y Mercurio) y Luna en el eje Leo–Acuario. Recordemos que son detonados por Urano en Tauro.

Tal vez recuerden que la carta de la luna llena representa la culminación de las fases crecientes de acción, después de que actualizamos algunas de las potencialidades simbolizadas en la carta de la luna nueva, que se muestra a la derecha y se consideró brevemente en el artículo anterior. Pero la luna llena también marca el comienzo de las fases menguantes de consciencia, cuando integramos en nuestra psique aquello que actualizamos, destilando sabiduría en el proceso.

En la carta de la luna nueva, Urano en Tauro 26°56′ forma una cuadratura con Venus en Leo 29°13′, un aspecto que alienta el desarrollo de nuevos modos de relacionarnos basados ​​en la verdad (Urano). Vale la pena señalar que la conjunción de Sol y Luna en Leo 12°34′ forma sextiles con Marte en Géminis 9°57′ y Júpiter en Géminis 15°01′, de hecho formando un sextil casi exacto con su punto medio en Géminis 12°29′. Lo que mencioné anteriormente sobre su conjunción del 14, y su relevancia con Venus y las relaciones en la luna llena, está directamente relacionado con lo que dijimos hace dos semanas cuando hablamos sobre la importancia de las relaciones verdaderas y de prestar atención a nuestra intuición. Antes de profundizar en los símbolos Sabianos para obtener más significado, volvamos atrás y hablemos sobre la T-Cuadrada formada por la luna llena y Urano, el detonador de la configuración y regente de Luna.

Luna Llena en Acuario

Los planetas que se encuentran más allá de Saturno suelen ser llamados transpersonales, sus períodos orbitales son tan largos que permanecen en un signo o una configuración durante varios años, influyendo así a generaciones a la vez. Se ha descrito a Urano como una reacción a los límites y estructuras impuestos por Saturno, pero dicha reacción depende en gran medida de nuestra relación con Saturno. Si las estructuras de Saturno se han cristalizado o son demasiado dependientes de las convenciones sociales, Urano puede significar nuestra rebelión contra ellas. Pero, cuando Urano y Saturno trabajan juntos, el conocimiento intuitivo de Urano permite estructuras flexibles. Urano representa la proyección de lo que Carl Jung llamó el inconsciente colectivo sobre el individuo. Sobre todo, Urano buscará la verdad sin descanso, un rasgo que también les transmite a todos los procesos operando en la fase de Acuario, el signo que rige.

Cualquier luna llena iluminará la oposición de su eje que en la polaridad Leo–Acuario se refiere al poder condensado del individuo, expresado a través de creaciones personales, en contraste con el poder de la sociedad en forma de expresiones culturales. He repetido la afirmación de Rudhyar de que una cultura sólo se afianza allí donde la voluntad social ha “establecido su dominio sobre los deseos y opiniones heterogéneos de los distintos miembros de la comunidad; allí donde ha surgido un ‘modo de vida’ definido”. El eje se refiere a la adecuación, o inadecuación según sea el caso, de nuestras expresiones personales con las normas y valores culturales en el marco de los cuales se producen. Cuando hay conflictos, nos enfrentamos a la elección de adaptar nuestras creaciones a nuestra cultura o modificar las expectativas culturales para que estemos mejor alineados con ellas, lo que puede llevar a una reforma o incluso a una revolución. Al formar cuadraturas exactas con la polaridad, Urano impide además cualquier falso compromiso y nos insta a ser fieles a nosotros mismos.

Puesto que Mercurio está prácticamente en cazimi, definido como una conjunción muy estrecha con Sol (menos de 1°), también forma una cuadratura estrecha con Urano, que se dice que es su “octava superior”. Mercurio aportará una visión racional a la polaridad que se complementará con el conocimiento intuitivo de Urano. Toda nuestra mente en busca de la verdad en todos los aspectos de nuestra vida. Dicha búsqueda puede no ser agradable y traer problemas relacionados con nuestra autoimagen. Para ello, Quirón (Aries 23°17′) forma un trígono con Sol y un sextil con Luna en una configuración de Triángulo Místico lleno de energía curativa disponible.

Símbolos Sabianos

El símbolo Sabiano de la luna nueva (Leo 13°) tiene la imagen: “Un viejo capitán de barco meciéndose en el porche de su cabaña”, explicado además como los recuerdos de la mente aquietada de crisis y alegrías del pasado. El mar siempre simboliza el inconsciente colectivo a través del cual el capitán ha dirigido su barco, su consciencia del ego. Ahora retirado, disfruta de la paz por fin, meciéndose hacia adelante y hacia atrás y contemplando escenas pasadas y presentes mientras las olas ruedan sobre la orilla, inmerso en el Recuerdo Tranquilo (la frase clave del símbolo) de la sabiduría obtenida en sus viajes. En el artículo sobre la luna nueva, hace dos semanas, enfatizamos el papel de la intuición en esta lunación, junto con un enfoque en las relaciones.

En la luna llena, el símbolo de Leo 28° (Sol) tiene la imagen: “Muchos pajaritos en una rama de un gran árbol”, expandido como una apertura amplia, y tal vez confusa, a una multiplicidad de potencialidades inspiradoras. Este símbolo se refiere a aquellos momentos de nuestra vida espiritual, o de nuestra vida en general, en los que nuestra mente se siente inundada de nuevas ideas y posibilidades. Esto puede ser muy emocionante y, a la vez, confuso, por lo que el símbolo nos insta a centrarnos en nosotros mismos. Su frase clave es: Abrumado por Potencialidades. Mientras tanto, el símbolo para Acuario 28° (Luna) es: “Un árbol talado y aserrado para asegurar un suministro de madera para el invierno”, explicado además como el conocimiento y la habilidad utilizados en su entorno natural para la satisfacción de las necesidades vitales básicas. El símbolo se refiere al uso eficiente de los recursos naturales para nuestro bienestar. Su frase clave es: Previsión inteligente.

Este mes lunar comenzó con un viaje intuitivo a través del carril de los recuerdos para extraer sabiduría de nuestras experiencias de vida. Sin embargo, lo que surge del subconsciente suele ser confuso y, a veces, abrumador, por lo que la luna llena nos indica que nos centremos en lo que mejorará nuestra calidad de vida, utilizando nuestra inteligencia humana para descartar lo superfluo. Para ello, Urano a 28° de Tauro nos trae la imagen: “Una mujer, después de su ‘cambio de vida’, experimenta un nuevo amor”, explicado además como la capacidad humana de elevarse en consciencia y sentimientos por encima de las limitaciones biológicas. Este símbolo indica que siempre debemos abrir nuestra mente a la posibilidad de nuevos Recomienzos, la palabra clave del símbolo.

Terminando…

Perdí la cuenta de cuántas veces escribí sobre Urano o Acuario en este artículo, por eso lo titulé Tiempo para la Verdad. Estoy seguro de que a lo largo del mes lunar han vivido, y seguirán viviendo, acontecimientos en los que la verdad juega un papel importante, especialmente en el ámbito de las relaciones personales. Esto es especialmente importante para la integración, durante las fases menguantes, de aquello en lo que trabajamos a principios de mes.

La próxima luna nueva (en Virgo) ocurrirá apenas un día después de que Plutón entre en Capricornio para una incursión de once semanas, cuando los viejos paradigmas reunirán suficiente energía para un último empujón. Es probable que el caos alcance un crescendo que nos haga preguntarnos si estamos volviendo al viejo orden. Sin embargo, no hay vuelta atrás, la astrología es muy clara al respecto.

Siempre Amor. 🌹🙏💖

  1. El ciclo de relación entre Venus y Marte varía entre dos y tres años, aproximadamente. La próxima conjunción será en enero de 2025, por lo que este ciclo durará solo 23 meses. ↩︎

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